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Los crimenes de los Alexander

Publicado el 01 marzo 2010 por Misteriosdelmal
Harald el cabeza de familia de los Alexander pertenecía a la secta Sociedad Lorber (la cual creen completamente en las ideas de Jacob Lorber) e incluso termino siendo el líder de esta.

Él se reunía con los miembros de su secta muy ocasionalmente para hablar sobre la destrucción del mundo por los demonios que lo formaban, coreaban canticos y frases glorificando a Dios, en todo un alarde de devoción y de creencias fanáticas hasta el punto de alcanzar el éxtasis.

Dagmar Alexander y Harald tuvieron cuatro hijos: Marina en 1952, Frank en 1954 y dos mellizas Sabine y Petra en 1955.

Frank se le concedió el privilegio y titulo de “profeta de Dios” ya que la ideología de la secta no permitía mujeres en Los crimenes de los Alexanderlos cargos de poder.

Las mujeres de la familia Alexander lo trataban como si de una santidad se tratara era un requisito indispensable y obligado dentro del credo de la familia y la Sociedad Lorber, este hecho impidió que los niños se desarrollasen correctamente en cuanto a habilidades sociales se refiere,a pesar de ello, a Marina le dieron la aparente libertad para poder ir a la escuela y al instituto,hecho que provoco que la familia tuviera que exiliarse por las sospechas policiales.

Durante años la familia Alexander permanecieron bajo las ideas extremistas de un cristianismo desviado y readaptado por sus anteriores “profetas” Jacob y Riehle. Harold además de ejercer de tutor y guía de su hijo también le consentía los caprichos y cosas que él deseaba.

Frank lo que deseaba era tener sexo, el problema era que según la doctrina de la secta todos los que no pertenecían en ella eran seres impuros, su padre Harald le ofreció a su mujer, como si de un objeto suyo se tratara, es decir a la propia madre de este y ella no se opuso ya que no había problema ni oposición alguna en complacer los deseos del “profeta”,posteriormente fue Marina, hermana de Frank ,luego las mellizas y luego también se incorporaría Harald.

A causa del trato que se le dio a Frank desde su nacimiento terminó por adquirir ciertos comportamientos desviados en la forma de obrar todos los miembros a la vez que normalizaron cognitivamente en el sujeto dichos comportamientos. En este caso, se aplicó y normalizó un nuevo concepto: el incesto

Marina fue la única que se relacionó con gente del exterior de la Sociedad Lorber en un intento de hacer entender su propio credo y comentándoles así lo que ocurría en su casa y qué manera tan rara tenían de vivir.

Como consecuencia de ello se empezaron a extenderse los rumores sobre las prácticas incestuosas e incluso algún amigo de Marina avisó a la policía la cual fue varias veces en el domicilio de la familia. Por este hecho la familia Alexander emigró a España más concretamente en un apartamento, el 34 de la calle Jesús Nazareno de Santa Cruz de Tenerife.

En 1970, los hijos del matrimonio buscaron trabajos pocos remunerados, quizá para cambiar de vida o simplemente por necesidad económica.

El 16 de Diciembre de 1970, Harald y Frank Alexander fueron al trabajo de Sabine y delante del doctor por el que ella trabajaba le dijo su padre que acaban de matar a sus hermanas ya su madre. El doctor se quedo sorprendido y Sabine al oír las palabras de su padre les besó a ambos y contesto que ella estaba segura que habían considerado necesario.El doctor al presenciar dicha escena puso una escusa para alejarse de ellos y llamar a la policía. Cuando consiguió llamar le informaron que no era la primera llamada que recibían sobre ese caso, al parecer los vecinos escucharon gritos, ruidos y canticos acompañados de música de órgano provenientes del domicilio de los Alexander. Al cabo de un rato se presentaron un par de unidades en la clínica del doctor y y procedieron a la detención de Harald, Frank y Sabine, mientras, otra unidad, se dirigía hacia el 34 de Jesús Nazareno.
Al llegar a la vivienda, el inspector Juan Hernández, el sargento Manuel Perera y un medico, tras forzar la puerta, se encontraron con la escena criminal peor de toda su carrera y de todo lo que habían visto y conocido hasta el momento. Estaba todo lleno de sangre. En el centro del salón se hallaron los cadáveres mutilados de Marina (18 años) y Petra (15 años), sus pechos y genitales habían sido manipulados y colgados en la pared de enfrente en el salón, el cuerpo de Marina presentaba claros signos de amputación tanto de miembros superiores como de inferiores. En el dormitorio principal apareció el cadáver de Dagmar (39 años), también salvajemente mutilado y con señales de haber extirpado el corazón, el cual apareció atado a una cuerda que a su vez colgaba de una pared de la habitación. También se apreció en el cuerpo de Dagmar signos de haber sido forzada sexualmente. La escena provoco malestar no solo psíquico sino físico en los agentes que allí se encontraba y no era para menos...
Los crimenes de los Alexander
Mientras, en la comisaria, los ya confirmados más que infames Harald y Frank Alexander, declaraban sin rubor ni culpabilidad alguna la autoría del crimen múltiple, lo hacían como si ese fuese su cometido u ofrenda, como si se hubieran liberado o encontrado con ellos mismos en un alarde de sinceridad infinita tanto para consigo mismos como para el resto del mundo.
Según Frank, en la declaración tomada tras su detención ocurrió lo siguiente:
"Vi que madre estaba mirándome, sentí que no le estaba permitido el que ella me mirase de esa manera. Por lo tanto cogí una percha del ropero y le di con ella en la cabeza. Después de haberle dado en la cabeza varias veces cayó al suelo y perdió el conocimiento. Padre había ido al salón a tocar el órgano y fui allí. Primero golpee a Marina en la cabeza con la percha, y después de que ella perdiera el cocimiento golpee a Petra. Padre seguía tocando el organo y elogiando a Jesús, pero cuando empecé a quitar las partes insultantes, él vino a ayudarme".
Harald apoyó por su parte en la declaración cada detalle de Frank, diciendo que los órganos sexuales de su esposa e hijas eran "partes insultantes" que tenían que ser eliminadas, añadió también que "las mujeres del hogar esperaban la hora de matar en cualquier momento", que la familia ya había discutido anteriormente ese "momento sagrado" y su eventualidad, así como que "ellas tenían que aceptar sus roles como sacrificios humanos para el profeta Frank Alexander"
Más tarde, en el juicio, tanto Harald como Frank se declararon inocentes, ya que eso "era parte de sus creencias religiosas; que las mujeres eran seres inmundos y tuvieron que ser purificados por el asesinato". También alegaron que sus víctimas "habían sido puestas en libertad en el cielo a través de su sacrificio" y que incluso "celebraron el acto tocando el órgano, cantando himnos tanto antes como después del sacrificio de las mujeres de su hogar".
El psiquiatra forense que les examinó en aquella época llego a la conclusión de que eran aptos para ser sometidos a juicio y ellos voluntariamente se ofrecieron a ingresar voluntariamente en un psiquiátrico penitenciario tras el traslado de cárcel en cárcel. Desde la fecha de su última noticia se conoce que no respondieron a ningún tratamiento, además, seguían con la idea de que la masacre contra su familia fue un acto de "purificación". Mientras, Sabine, parece que ingresó en un convento al negársele la solicitud de internamiento junto con su padre y hermano. Harald y Frank no tuvieron probabilidades de salir en su momento y se desconoce su status actual.


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Por  Belisse Weller Sanz
publicado el 13 marzo a las 20:30

Esos dos asesinos , locos o no deberian de estar encerrados de por vida. no es justificado qe hayan estado en un Psiquiatrico o en varios , y encima no saben donde estan ya qe el hijo aun es un hombre no mayor y puede cometer mas de un asesinato