Revista Talentos
Atravesar el túnel y abrir la puerta a la nueva dimensión requirió tantos esfuerzos como a Hércules los doce trabajos míticos. Libre al fin, pero incapaz de valerse por sí mismo, el pequeño héroe rompió en llanto desconsolado sobre el pecho de su madre, que amorosa, enjugó —feliz— sus lágrimas.