Revista Diario

Los límites de la diversión

Publicado el 04 diciembre 2019 por Decorarmonia Priscilla Locke @decorarmonia

¿Lo que pasó en las Orquídeas se queda en las Orquídeas?

Es verdad, una mujer soltera puede hacer lo que desee. Si desea entrar en contacto íntimo en frente de muchísimas personas armadas con cámaras, puede hacerlo. Es su cuerpo, su decisión. Esto es el siglo XXI señores. Además si la mamá de la chica está presente, y el padre les dio permiso de ir a un centro de entretenimiento para adultos, ¿cual es el problema?

El “relativismo” de decir que mientras alguien se divierta sin hacerle daño a nadie, puede hacerlo, justifica hechos tan decadentes como el ocurrido días atrás en un centro nocturno de la ciudad de Milagro. El feminismo por su parte, felicita a la joven, surgieron hashtags apoyando a la muchacha en cuestión. Otros señalan que la culpa la tuvieron las “malvadas envidiosas” que subieron el vídeo a las redes. La culpa es de quienes compartieron el video. La joven es inocente, se estaba divirtiendo sin hacerle daño a nadie. ¿En serio creen que nadie se hizo daño con lo sucedido?

La fantasía de tener sexo en frente de muchas personas es algo más común de lo que se cree, sin embargo, todos nos detenemos de hacer realidad dicha fantasía. El desnudarse ante una cámara es algo bastante normal, creo que todos lo hemos hecho. Sin embargo, no podemos pretender que los demás tengan el pudor que nosotros no tuvimos cuando decidimos mostrar nuestro cuerpo abiertamente y luego sorprendernos de que un video así se propague en Internet.

Alguien acertadamente comentó que las redes sociales se han vuelto como una especie de circo romano donde todo aquel que tenga un video bochornoso de otra persona, lo va a compartir. La gente quiere ver sangre. Es morboso. Es humano. No digo que esté bien. Solo que no debería sorprendernos la viralidad de los videos y la rapidez para que proliferen los memes y las burlas.

El acto sexual se ha despojado de la sacralidad que conlleva. Es simplemente genitalidad. Ya la gente no hace el amor. La gente tira, culea, se empierna. Ya no hay esa devoción del acto de saborear a la pareja, ahora a eso se le conoce como “mamar”… y otros términos que realmente me repugnan repetir. El sexo oral, acto maravilloso mediante el cual se puede tocar el cielo, se regala a cualquiera, un desconocido, sin mediar nombres ni relaciones, no importa, la diversión es lo que cuenta, “vivir la sexualidad libremente” y enojarse si alguien graba y difunde el video.

Ya no hay intimidad, el sexo se hace en frente de todos, como los perritos. Ya los amantes no buscan refugios para ocultarse y dar rienda suelta a sus pasiones. Ya ni siquiera es necesario ser amantes, tan solo estar cerca y ponerse los genitales en la boca. Hacerlo, es urgente… aunque esté ahí mismo la mamá, las cámaras, las “amigas envidiosas”. Y pobre del que critique a la joven divertida.

Hipócrita, tú también haces lo mismo. Tú tienes un blog erótico. Y escribiste un libro sobre sexo. Y otro libro.

Y así, se intenta acallar los juicios de quienes no apoyan el comportamiento impúdico al recordar “tú también te has metido un pene en la boca”, olvidando que sí, es cierto, todos lo hacemos, pero en el dormitorio, en una playa abandonada, o en lo profundo de un bosque, no frente a mi mamá.

¿Qué tan lejos puedes llegar con un desconocido?

Tan lejos como tú quieras. Solo que recuerda, todo acto tiene una consecuencia. No hay acción sin reacción.

Hoy se confunde libertad con libertinaje. Diversión con promiscuidad. Los límites se han difuminado. Todo esto puede ser consecuencia del regeton sucio, del progresismo, del relativismo, que mas da. El daño ya está hecho. Pero el daño no se lo hicieron quienes compartieron el vídeo y los perfiles personales de la joven, sino ella misma. Ella misma se hizo daño.

Los límites de la diversión son el daño que pueden causar las consecuencias de los actos. Hay que devolverle lo sagrado a lo sexual. Devolverle lo privado. Y hacerse responsable de lo que uno hace. Porque la juventud es corta y es bonito encontrar alguien que quiera quedarse contigo hasta viejitos. Y si traicionas la confianza de un novio y el pudor que te debes a ti misma, es difícil que alguien quiera quedarse contigo.

© 2019, Pitonizza Punto Com. Licencia de uso: Atribución-SinDerivadas CC BY-ND

Si gustas, deja una propina para este artículo.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Decorarmonia Priscilla Locke 161 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta