Los Últimos Guerreros: El corazón de una guerra de Astrid E. Mendez

Los Últimos Guerreros:El corazón de una guerraAutor: Astrid E. MéndezCódigo de Registro: 1307205456182
Prólogo Mi cuerpo es aferrado a cuerdas elásticas y colocado en una plataforma horizontal. Me han preparado para recibir la inyección. La inyección que le dará fin a mi vida. No estoy lista para morir, aunque sé que me lo merezco. He cometido traición. Traicioné a mi familia, a mis amigos y mi pueblo. Hice algo que jamás debí hacer. Fui seducida por el enemigo, y termine enamorándome de él. Ahora estoy aquí, frente a miles de personas que desean verme morir. No estoy preparada para lo que viene, tal vez mi alma sea reclamada por el infierno o el cielo. Sin embargo, estoy dispuesta a enfrentar mi destino. Todo lo que me importaba en este mundo se ha ido, no quiero seguir aquí.Me estremezco y trato de relajarme, mientras un médico me inyecta con una jeringa un líquido transparente. Por unos segundos, se me va el aire e intento calmarme contando del uno al diez. Siento como el líquido comienza a correr por mis venas. No falta poco para que cierre mis ojos y mi corazón deje de latir. Parpadeo en dirección al médico, y miro a la multitud de personas que presencian mi muerte detrás del pequeño cuarto de cristal en donde me encuentro. Todo el pueblo ha asistido. Y entre ellos, mi mejor amiga, Cecilia. Cree que soy culpable, y no la culpo, porque tienen razón. Soy un criminal. Me revuelvo inquieta en la plataforma y un disparo se escucha a los lejos. El médico me sujeta del brazo, y luego entrecierra los ojos e inesperadamente cae contra el suelo. Le han disparado, pero… ¿Quién? De repente, la multitud se propaga y dos oficiales del pueblo corren hacia mí. Luego, el primer oficial cae, y el segundo apresura el paso, pero no logra llegar hasta mí porque alguien le dispara por detrás. No logro identificar a los tiradores, ya que mi vista se nubla y mi cuerpo comienza a relajarse. El líquido está comenzando a hacer efecto. —¡Marco! —grita una chica desde el otro lado de la habitación.Unas estrechas manos me sujetan de la cintura, y por unos minutos, siento que mi cuerpo flota. Estoy en mi límite. En cualquier momento, cerraré los ojos y jamás despertaré. —Dale el antídoto, de prisa —vocifera alguien en mi oreja. Es la voz de un chico, pero no percibo de quién se trata. La chica me toma del brazo y me inyecta un líquido blanco. Después, cierro los ojos y me duermo, pensando que éste será mi fin.

Bueno, les dejo prologo de una novela que esta en mi lista por publicar. Espero les guste jeje. 
Comentarios, xD. 
Les gustaría que fuera novela para celular? :D