Mabon, equinoccio de otoño, tiempo de cosecha

Durante este fin de semana hemos entrado en la estación del otoño. Ayer celebrábamos el equinoccio de otoño y el sabat Mabon de la tradición celta. Un día en el que se iguala la luz y la oscuridad, la noche y el día. A partir de hoy, la oscuridad tendrá más espacio que la luz del sol. Los días se tornarán cada vez más cortos, cada vez más fríos,  los animales comienzan a guardar su alimento para prepararse para los meses fríos.  

Aunque es cierto que las temperaturas por aquí aún son propias más del verano y que el sol que nos acompaña estos días, aún no lo hace parecer, estamos entrando en un nuevo ciclo de la naturaleza. Podemos ver esta fecha del equinoccio y de Mabon como un momento "para dar gracias por los frutos que la tierra nos ha concedido en los meses anteriores y el reconocimiento de la necesidad de compartirlos ante los meses inviernales que vendrán".

Creo que también un nuevo ciclo personal. Porque puede que ahora por el ritmo y por la forma de vida, por el día a día no seamos conscientes, pero os sugiero que veamos el inicio de estación como también una invitación.
Una invitación a que estos meses de otoño sean un momento de introspección, de reflexión y sentir lo que hemos cosechado en el camino de nuestras vidas. Ver lo que nos a traído la vida, lo que hemos cosechado en este camino de aprendizaje y también elegir las mejores semillas de los frutos de la cosecha, para plantar el próximo año.

Puede ser buen momento también para dejar malos hábitos o situaciones atrás, y el buscar en nuestras almas aquello que queramos cambiar o mejorar. Como las hojas de los árboles que empezarán a caer, podemos ir desprendiéndonos de aquellas cosas que no queremos seguir cargando en nuestro cuerpo ni en nuestra vida, de aquellas cosas que no nos permitirán florecer en la primavera, de aquellas que no servirán de alimento para el futuro,...

Buena estación para todos, os comparto este tema también para inaugurar el nuevo ciclo.