Publicado el 29 julio 2015 por 50palabras
@50palabras_
Los gritos destemplados de la madre fueron acallando, poco a poco, la voz de la hija. Será que es peligroso prescindir de la palabra. Tantas decepciones provocaron en aquella una fantasía, luego un deseo reprimido, finalmente una idea fija. Cuando la obligaron a abrir la puerta, allí se descubrió todo.