Me quedo en el camino

Lo tendremos todo, un día, pero me quedo con el camino.

Lo tendremos todo, quizás, pero os lo dejaré a vosotros.

O para un lejano final, un solo instante de saborear lo conseguido.

Me quedo ondeando en el vaivén de las decisiones,

la incertidumbre y la ilusión de no saber cómo, cuándo ni por qué.

Me quedo con el reto de descubrir cómo crear de esta vida, con lo que se nos da,

de cómo manejar lo que tenemos hasta llegar a lo que imaginamos.

Ese arte malabarista que es viajar con la vida misma,

sin saber si llevamos el timón o nos lleva la marea.

Llegaremos allí, lo sé, pero me quedo con la búsqueda.

Lo tendremos, pero no sé si lo quiero realmente,

deseo más lo que me aporta el buscar, los pasos hasta llegar.

Que me ha traído todo lo que más amo y agradezco.

Que me empuja a seguir este caminar.

Lo tendremos todo, aunque el todo sea solo una excusa

para regalarme este paseo.

Te construyo así, perfecto en mi mente, solo para moverme de lado a lado

y finalmente llegar a otros lugares, mucho mejores que los soñados.

Y así te sueño, aunque no te espero.

Así te sueño, sin necesitarte.

No paro mi mundo hasta encontrarte,

porque mi mundo se construye en ese buscarte.