Mis 7 éxitos como escritor emprendedor | David Orell

Ahora que todos estamos haciendo un balance de lo bueno y malo cinco minutos antes de la cuenta atrás, y otra vez el champán y las uvas… no quiero quedarme sin hacer el mío. Otros, en cambio, estarán petardeando móvil en mano para Instagram Stories mientras cantan All I want for christmas o Last christmas, entre otras. Sea cual sea la canción que elijas, no quiero despedirme sin repasar mis 7 éxitos como escritor emprendedor en 2017.

Apenas le quedan días a este año y ya siento que me va a dar un poco de pena. Sí, suena raro, ¿verdad? Posiblemente sea de esos pocos que lo afirme, frente a esos millones de personas que desean cambiar de página, o de libro, según se mire. Como decía, este año se ha convertido en especial por diversas razones, ya que a través de sus capítulos (por seguir con la analogía) he disfrutado de tantas experiencias y he logrado realizar tantos proyectos que ponerle punto y final a este 2017 será como una despedida llorona en el andén.

¿Por dónde comenzar cuando han sucedido tantas cosas este año? Resumir los acontecimientos parece una tarea sencilla, pero en realidad tiene de fácil lo que yo de fontanero. Sin embargo, si me preguntas si mi año ha sido más bueno o más malo, te puedo contestar con un buenísimo a grito pelao. Claro que ha habido cosillas, o he vivido situaciones que preferiría eliminar de la memoria, pero ese no es mi estilo.

Me gustaría rebobinar un poco más allá del año que estamos dejando para echar un vistazo rápido a 2015. Esa temporada fue un completo desastre, una caída en picado de las que es mejor no repetir ni camuflar las cicatrices con tatuajes. Este blog, por aquel entonces, era un lugar que odiaba y amaba en proporciones que variaban según el viento.

En 2016 destacó la mudanza a Madrid. Fue a partir de ese momento que me propuse no volver a hacer el idiota. Como quien visita su hogar consumido por las llamas, observé lo que quedaba del blog y juré ante Dios como testigo que nunca más lo abandonaría. Y no, no era la hora de su funeral. Así que aproveché los meses que quedaban para replantear objetivos, pensar nuevas ideas, y un largo etcétera, además de cambiar su aspecto y estructurarlo mejor.

1. Volver a empezar

Con la entrada de 2017 retomé un proyecto que, en épocas anteriores, me había dado muchas alegrías: las entrevistas. Los más viejunos y feligreses de esta casa, recordarán El kassionario, que no era más que un cuestionario de preguntas atípicas en las que los invitados se veían en serios aprietos a la hora de responder. Pero no duró mucho tiempo.
Entonces decidí reciclar esa sección.

2. Un café con… Las entrevistas

Reconozco que no fui demasiado original y que bien podría haberse confundido con un espacio televisivo. ¡Es lo que tiene lanzarse a la piscina con algunas nociones de natación! Lo que me importaba era volver a salir a escena, a ofrecer contenido interesante al público y, de paso, contactar con otros escritores ofreciéndoles un espacio para hablar de sus carreras como escritores, ilustradores, lectores, etc.
Eva Tejedor fue la escritora encargada de inaugurar el año con una entrevista con quince preguntas sobre gustos literarios, consejos para escritores, trucos y ejemplos a no seguir.
Le seguirían Txema Álvarez, Juan Manuel Peñate, Adella Brac, M. Floser.

3. El admirador de Kerouac

¿Recuerdas la escena de antes en la que aparecía rodeado de ceniza, muros carbonizados y mis manos recogiendo lo que había sobrevivido al desastre? Lo que encontré fue un relato de cinco páginas que pasó sin pena ni gloria en un concurso tiempo atrás. Al revisarlo, vi que tenía mucho potencial y su protagonista me llamaba cuando Rose pedía auxilio con un silbato en medio del caos y el frío océano.
Me senté a reescribir aquella historia. Le di no sé cuantas vueltas a los protagonistas hasta cansarme de ellos y arrepentirme de haber empezado.
Debo señalar que hubo un grupo de personas que me ayudaron en todo el proceso y que, aunque ahora no los mencione, ellos saben lo agradecido que estoy. De nuevo, ¡gracias!

La publicación de El admirador de Kerouac me obligó a aparcar la sección de entrevistas por la promoción del libro.

¿He dicho promocionar? (risa sarcástica de bad bitch). Me río porque no supe hacerlo, o no quise saber hacerlo. Probablemente ahora lo pueda hacer mejor. Aun así, mi libro llegó hasta Japón, ¡creo que sigo alucinando!

En fin, mantengo mi defensa diciendo que el primero libro (Ya lo dijo Thomas es otra cosa) es lo que ha motivado a lo que sucedió después. De lo contrario, nada habría sido posible.

4. Ganador del Certamen de microrrelatos Índigo Crea

De forma paralela a la publicación del libro, me dio por participar en un concurso de microrrelatos en el que no aposté mucho, dada la relevancia nacional del mismo. Escribí un bonito relato que giraba sobre el amor a primera vista con los libros. Jardín de papel se llamaba. Para mi sorpresa y, tras varios días de impaciencia, recibí un correo electrónico en el que me felicitaban por haber escrito un precioso relato con tan pocas palabras. De nuevo estaba alucinando en colores. Lo tuve que leer varias veces para creérmelo. Aquí tienes el artículo que escribí en su día.

5. Memorias de una diva sin laureles

El calor comenzaba a hacerse notar cuando Juan Arcones se retó a sí mismo para escribir Basoréxico en un corto plazo de tiempo cuyo proceso se podía seguir en directo a través de su cuenta de Instagram Live. Seguí ese ejercicio con atención y lo tomé de ejemplo a seguir para anunciar en el blog mi propio reto: #divasinlaureles en 15 días. Pero me daba vergüenza hacer directos y lo que hice fue publicar fotos de los avances.

¿Que si lo conseguí? ¡Por supuesto! Completé el borrador con casi 27.000 palabras.

Esta será mi siguiente publicación, si todo sigue según lo previsto en algún momento de 2018. Es un proyecto que me apasiona y disfruto mucho.

Sinopsis:
Damián es Ladycoll, Ladycoll es su álter ego y con ella consigue el título de Drag Princess. Ese éxito es el resultado de luchar contra los prejuicios del pueblo donde vivía y trasladarse a la ciudad para sentirse libre. Sin embargo, la fama no ha hecho más que comenzar y pronto se verá inmersa en una batalla contra Stella, otra Drag cruel y manipuladora que no dejará de bombardearla a base de mentiras y engaños hasta echarla de los escenarios. Ladycoll tendrá que armarse de valor y vencer a su acrílica contrincante para remontar su carrera.

Llevo meses trabajando en esta novela. Hoy por hoy llevo cerca de cuarenta mil palabras, así que aún hay mucho por hacer.

6. Blog de escritor y consejos para escritores noveles

2017 también fue el año en el que dejé de sentir vergüenza por llamarme escritor. Si mis padres y mis suegros me llaman escritor, ¿por qué no me lo tomaba en serio? Fue un cambio que no surgió de la noche a la mañana, pero que los acontecimientos vividos y las experiencias ganadas fueron los motivos que necesité para creérmelo. Tampoco soy un escritor novel, ya llevo unos años aunque mi visibilidad no sea tan llamativa como la de otros escritores que admiro.
En junio escribí un artículo que supuso un giro de ciento ochenta grados en el blog. El escritor multifunción se publicó como toda una declaración de intenciones, con la premisa de que si yo he logrado autopublicar, cualquier otro escritor novel también puede hacerlo. Así que mi línea editorial va enfocada a animar, motivar y ayudar a aquellos que, como yo, no se atrevían a considerarse como escritores.
Dado el éxito los siguientes artículos sentí que por fin había encontrado el camino a seguir.

7. Profesor de escritura creativa

En octubre de 2017 ocurrió lo impensable para mí, me convertí en profesor de escritura creativa en una pequeña asociación cultural. En este artículo explicaba que había conectado con una serie de personas que me enseñaron mucho más de lo que ellos podían aprender de mí, y lo cierto es que es así, y lo hemos disfrutado muchísimo.
Entrar en la asociación cultural me está dando muy buenas sorpresas, no tengo la menor duda. No solo me han dado un espacio para compartir mis conocimientos, sino que me han ayudado a equilibrar mi autoestima tanto personal como laborar, que no es poco.

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Tengo muchas ideas, muchos proyectos en mente, o anotados para que no se pierdan con el viento. Tengo muchas ganas de avanzar. Tengo la energía que necesitaba para seguir apuntando lejos y alcanzar mis metas. Lo más seguro es que esté escribiendo esto mientras sufro una especie de orgasmo mental donde todo son endorfinas y buenrollismo. Pero, ¿acaso sirve de algo rendirse?

Soy humano. Los errores y las meteduras de pata son una constante en mi vida. Excentrya es testigo de mis continuos fallos.

La actitud es importante, tenlo por seguro, y eso será con toda probabilidad el mejor motor que tengas para seguir hacia adelante. Joder, menudo Paulo Coelho me acabo de marcar XD

Nos veremos en 2018.

Me voy a petardear un rato XD

¡Felices fiestas y feliz año nuevo!

David Orell