Monólogo: la operación bikini

LA OPERACIÓN BIKINI. La operación bikini es esa operación que comienzas después del éxito rotundo de la operación torrija y arroz con leche, con el único fin de hacer revertir satisfactoriamente estás dos operaciones. Consiste, en lo que viene siendo, intentar alimentarse de aire mientras te matas a hacer ejercicio para lucir en verano el bikini como si fueras una modelo profesional...Esto sí es una misión imposible y no lo de Tom Cruise. Para ponernos en antecedentes, venimos de la semana santa en la que nos hemos ido a ese pueblo que todos tenemos para huir de la gran ciudad,  con los consiguientes atropellos que ello supone para nuestra dieta, ya que el plato que menos calorías tiene ronda las mil quinientas, esto sin incluir las torrijas y el arroz con leche.  Luego nos hemos llevado de vuelta a casa un Tupper lleno de torrijas para sobrellevar mejor el síndrome post vacacional que nos genera las vacaciones de semana santa.
Después de esto nos invade un sentimiento de culpabilidad, solo con recordar que en un par de meses hay que ponerse el bikini, que empezamos a hacer dietas como locos y colapsar las clases de zumba y spinning como si no hubiera un mañana, a fin de poder lucir en verano tipazo y no tripazo. Lo que pasa es que algunas veces con dos meses no es suficiente, y entonces nos empezamos a plantear que para la operación bikini de este año no llegamos a tiempo y ya si eso comenzamos un poco antes la de 2017,  a ver si la semana santa cae mejor. Y así es como termina nuestro propósito loco de vida sana, concentrada en dos meses y elevada a la enésima potencia. Si ya de por si es duro ponerse a dieta, imaginaos soltar la torrija para coger el apio, dejar el arroz con leche para coger el arroz hervido, las cañas con los amigos por los dos litros diarios de agua, y todo esto un lunes por la mañana después de las vacaciones de semana santa.... ¡¡¡Es que es la crónica de un fracaso anunciado!!! Necesitaríamos al menos como las elecciones, una jornada de reflexión, que nos devuelva a la realidad y nos conciencie para empezar la dieta. Pero nuestras ansias por lucir palmito en verano nos pueden, nos precipitamos y al final se nos va de las manos un viernes por la tarde cuando llegamos a casa después de toda la semana de trabajo, con nuestro síndrome post vacacional de semana santa incluido, hechos polvo del gimnasio y con hambre... Mucha hambre, y decidimos que como nosotros lo valemos nos vamos a dar un "pequeño" homenaje.... Y ese pequeño homenaje después de las patatas fritas, el helado, el chocolate y las pocas torrijas que aún nos queda, se nos va de las manos. Yo este año he decidido obviar este trauma y dejar la operación bikini para otro año,  básicamente porque como muchos de nosotros, al mirarme en el espejo este me dice que a la única operación bikini que llego a tiempo es a la del 2027,  no luciré tipazo en la playa pero me ahorro la mala leche congénita que provocan las dietas.  Eso sí, al gimnasio me voy a apuntar,  para que por lo menos esos kilos de más se reorganicen un poco y no se distribuyan en forma de los tan temidos michelines. La vida sana es fundamental y te hace sentir bien... Pero la operación bikini no,  quizás porque ni es sana... Ni eso es vida. Os presentamos  nuestros libros para entender la vida con humor, "Ironías de la vida" http://www.puntorojolibros.com/todas/Ironias-de-la-vida.htm y "Un Tropiezo Existencial" http://www.puntorojolibros.com/Un-tropiezo-existencial.htm