Revista Literatura

No es una tontería, si te preocupa

Publicado el 05 julio 2011 por Migueldeluis

El título de esta entrada es una cita de quien fue mi padre espiritual en el seminario. Y me valgo de ella para reflexionar sobre la tendencia a desatender las cosas que nos preocupan.

No existen los grandes problemas, sólo muchos pequeños problemas ~ Henry Ford

La virtud de ocuparse de las cosas pequeñas

Conocemos el cuento del niño que le pregunta al sabio como librarse de los malos hábitos. El sabio le manda arrancar un brote de la tierra, después una planta joven, por último un árbol. Así son también todos los problemas de nuestra vida: tienden a crecer y a enraizarse. Pronto nos damos cuenta de que crece también su impacto en nuestras vidas y lo que es peor, cada vez nos cuesta más desembarazarnos de ellos.

Enredos

Los problemas no sólo crecen, también se enredan.

Comes mal, engordas; te sientes mal con tu cuerpo, te aislas en casa; te aislas en casa, pasas la vida viendo la tele y sus anuncios; compras los bollos y la máquina de abdominales milagrosa que anuncian en la tienda: los bollos acaban en tu panza y la máquina de abdominales en el trastero.

Luego tu hijo suspende. Enredada con tus problemas le quitas importancia, total una asignatura… tu hijo aprende que no te importa mucho que suspenda o quizás que no te preocupas por él. Y entonces aparece tu pareja y enterándose de todo y con la vida complicada por sus pequeñeces no para a pensar un segundo y te grita y os enfadáis y entonces tu hijo…

Uno por uno todos esos problemas eran normales, incluso pequeños. Enredados unos con otros forman una selva de espinos. Esa selva tiene solución, basta ir afrontando los problemas de uno en uno.

Imagina que dejas crecer ese selva de espinos…

Centrales nucleares y controladores

¿Qué pasa si un maestro comete un pequeño error? Un alumno suspende. Malo quizás, pero ¿qué pasa si en la central nuclear cometen un error? Que le saltan las alarmas. Pero incluso antes de que salten las alarmas, el operador experto detectará algo “raro”, algo que no “cuadra”. Y ante eso tiene dos opciones: dejarlo pasar y esperar que se solucione solo o hacer algo al respecto. En una central nuclear me gusta que trabaje gente de esa segunda clase.

Robert Maurer en The Kaizen Way1 cita estudios que precisamente ponen de manifiesto ese tipo de conductas entre profesionales que se enfrentan a situaciones potencialmente catastróficas. Con el tiempo desarrollan la capacidad de descubrir los pequeños anomalías y afrontarlos inmediatamentecon decisión. Es lógico, nuestras vidas y las suyas dependen de ello.

Te propongo que traslades ese hábito a tu vida diaria. Sin obsesionarte, porque eso también sería un problema, estés alerta ante las anomalías y una vez descubiertas, ponle remedio. La buena noticia es que los humanos estamos diseñados para detectar AnOmaLLïaz. La mala es que nos es fácil procrastinar si nos da miedo, porque el miedo paraliza. La buena noticia es que a más pequeño sea el problema menor será el miedo y la mejor es cualquier gran problema no es más, ya lo dijo Ford que un montón de problemas pequeños.

Los problemas de uno en uno. ~Dr Who

Lo mismo que cuando estás en una maraña de cables no puedes solucionar todos a la vez. Sin embargo, también igual que en una maraña de cables, en cuanto consigues sacar uno el resto se simplifica cada vez más hasta que las acciones a emprender se hacen evidentes. Y es que una pequeña victoria, si sigue trabajando, lleva a poco a otra victoria mayor.


  1. One small step can solve your life: The Kaizen Way es un resumen de la experiencia del doctor Robert Maurer que usa el Kaizen como terapia para sus pacientes. ↩


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