Revista Talentos

Oculto

Publicado el 04 abril 2016 por Pablo Ferreiro @pablinferreiro
Oculto
“Creo que no la amo o que nunca la amé, pero no sé cómo decirle, no sé cómo irme. A veces me da ternura tenerla al lado, a veces siento unas ganas irrefrenables de matarla. Me genera un poco de miedo no poder controlar mi cuerpo. Ahí es cuando me desespero, el  miedo es al acto, sino las consecuencias. ¿Y si lo disfruto? ¿Y si soy un asesino?”
“Necesito masturbarme casi a diario, el sexo no me satisface de la manera en que lo hace la pornografía o imaginarme a mi vecina sometida. Mi motivación de  cada día es la esperanza de poderme coger a alguna, casi a cualquiera. Me masturbo casi en todos lados,  a veces mientras ella duerme a mi lado. Luego siento vergüenza, me siento sucio, pequeño, impotente. Me limpio el vientre y siento ganas de llorar, de esconderme”
“Tengo miedo, no se porque ni de qué, pero me despierto y siento miedo. A veces no quiero salir a la calle ni hablar con personas.  La soledad es algo que no puedo enfrentar, el anonimato, me da mucha vergüenza pedir ayuda por la imagen del hombre fuerte que todo lo puede. Me da miedo enloquecer , quedar incapacitado, hacerme daño, llegue a pensar en suicidarme”
“Robé $30000 a una jubilada. Yo sabía que en  algún lado tenía el canuto, abrí un cajón al azar y la suerte hizo que  me lo llevé. Me dolían las tripas y hasta gastarlo no pude ni hablar con mi familia. A veces antes de ir a dormir veo la cara sangrante de la vieja esa.  Con esa plata le compré un lavarropas automático a mi madre, el primero que tuvo a sus 60 años”
“Las mujeres suelen cansarme bastante rápido. Temo ser homosexual. No se si ese miedo es común en los hombres. Me da asco pensar en una pija penetrandome , es violento”
“Fui infiel gran cantidad de veces y a la vista de todos. No genero encuentros casuales sino más bien pequeñas relaciones en las que prometo amor duradero y dejar a las demás. Luego me arrepiento y vuelvo al cobijo de lo seguro. Cuando vuelvo me da nauseas y muchas tardes añoro otros amores”
Estimado sr Gonzalez. Verá que no tengo el más mínimo escrúpulo para violar el derecho profesional si las circunstancias lo requieren. Este es material que tengo grabado. Es una muestra, una gota dentro de su mar de miserias. Si no quiere que algo más salga a la luz págueme lo que me debe.  Sólo así lo dejaré tranquilo.
Pedro Rubinowski
Lic en psicología.

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