Otra forma de escribir es posible

Hacer fácil lo difícil es tarea de muy pocos,porque para otros no sería tarea , sino imposible. Thomas Bernhard, pocas veces oígo tu nombre por la calle, en bares o en puticlubs (a los que no voy,es verdad). Da igual el párrafo que se tome de un libro tuyo, debilitará al lector y, si es un lector con pretensiones de escritor, le volarán las ganas al intentar lo que narrado por el maestro austríaco nos hace entender como fácil. Es como cuando ves un cuadro de Miró y le tiras al óleo para copiar lo "simple": te fustra el trazo.
Menciono a Miró, casi a trasmano y en el libro hay algo de Miró que no sucede pero que al maestro(musicólogo) Reger le encantaría que sucediera: que el Kunsthistorische Museum de Viena hubiese tenido un cuadro del pintor español. Da igual, no es lo mismo, pero da igual, las reflexiones que el autor hace a través de Reger, la excusa de un cuadro, o el mismo vigilante de la sala, complice del crítico y de opiniones forjadas de tanto obsevar, la nada, el interés del público cautivo(colegios, excursiones organizadas, etc) que asiste al "museo" de impronunciable nombre. Sigue, la narración, sí, no el narrador , no hay, quizás sea este un claro ejemplo de metaliteratura(aunque para mi no existe), de existir la metaliteratura, este sería uno de los ejemplos. Quiere y quiere el narrador, no existe, pero quiere, que sepamos de Beethoven y cómo gustamos de oír como fracasa. Lo pone, para que sepamos, como ya sabemos, que no es un fracaso. Definitivo: el narrador es nuestro cómplice, aunque no existe,sabe y quiere, que sepamos de Montaigne que buscó toda su vida sin encontrar nada, a causa de su desvalimiento, a Voltaire por su desvalimiento. Es más, la obra es mucho más, ya sin tener a mano más remedio que el de ir contra Thomas Bernhard o ir con Thomas Bernhad, no hay remedio, sin empeño, consigue: seamos ignorantes juntos; conozcámoslo todo, dentro, fuera del libro. Pero váyanse el estado y sus maestros: no hay gusto artístico más mediocre que el de los profesores.
Sentencia en una larga perorata:" Este estado "católico" no tiene ningún sentido artístico, y por consiguiente,tampoco los profesores de este Estado lo tienen, o tienen por qué tenerlo, eso es lo deprimente.." La estrechez de miras y la brutalidad, la bajeza y la abyección, la depravación y el caos. Ya estamos rendidos, no se oculta nada. Yo, lector, miro a Reger a través de "El hombre de la barba blanca" de Tintoretto, del mismo narrador ,que no existe, desde el ángulo infantil de la venganza del recuerdo: esos profesores de Estado que no me enseñaron nada. Por eso, leo, para seguir aprendiendo a desaprender sin trauma.
Continuará.... .