Revista Literatura

Para que no se te olvide nada

Publicado el 21 julio 2011 por Migueldeluis

Recordarás la experiencia de niño. Tu madre te mandaba a comprar garbanzos, sal y chorizo y tu salías andando repitiendo mentalmente: “garbanzos, sal, chorizo”. Ibas por la calle temiendo que te interrumpieran como un ratón teme a un gato. Y es que si pasaba un amigo en ese momento ya te podías olvidar… de todo. Bueno aquí viene un método destinado más bien a tus hijos. Pero si no tienes, quédate también porque los principios básicos también te valdrán.

Anotarlo todo, o casi

Tenemos un cerebro fantástico. Vale para pintar, diseñar una nave espacial con destino a marte, superar a animales mucho más fuertes y rápidos que nosotros o cantar en francés. No funciona tan bien para recordar que mañana a las tres y cuarto, tenemos que llevar un lápiz de calidad 2B, dos láminas DIN A3 y una foto de un petrolero azul navegando por el mar rojo que nos sirva de modelo para la clase de dibujo; sobre todo si tenemos otras muchas cosas que recordar y entre medias alguien nos desconcentran.

La solución es simple: anotarlo todo. ¿Pero cómo? Anotarlo todo supone tener siempre algo con lo que escribir. Hay quien usa la mano como si fuera un cuaderno; funciona pero francamente es una guarrería. Hay productos específicos, pero yo os voy a hablar de dos alternativas más baratas e igualmente efectivas: el cuadernito y el hipster pda.

El cuaderno

Un cuaderno dedicado a estos menesteres debe ser:

Tamaño: Como la palma de tu mano, más o menos, para que puedas guardarlo en un bolsillo y puedas usarlo hasta en el autobús. Resistente: Para que aguante la mala vida que le vas a dar. Firme: Para que se pueda escribir en él hasta de pie. Más que nada para que podáis empezar a investigar en la librería os diré que tanto Moleskine como Miquelrius tienen buenos cuadernos. Aunque a mí, para este caso en concreto, me gusta más la solución de Miquelrius. Tienen unos cuadernitos flexibles muy agradables y prácticos, incluso con un bolsillo que viene bien para guardar los papelitos que a veces te entregan y no sabes donde poner.

El hipster PDA

Empezó como una broma de empollones, a los que no les llegaba el dinero para comprarse un pda o un telefóno de última generación. Acabó resultando ser una idea magnífica. Se toman unas diez fichas pequeñas de cartulina, se sujetan con una goma elástica, por ejemplo y ya está hecho. Tenéis un ejemplo en la foto que viene con este artículo.

No hay más que comprar un paquete de fichas del tamaño apropiado y escoger unas pocas. Ya sólo falta saber que hacemos con el invento.

Listas

Tengas un cuaderno o un grupo de fichas la tarea es la misma. Dedica cada hoja o ficha a una lista de cosas que hay que hacer. Para un alumno de secundaria o de primaria bastará normalmente con siete:

Casa. En la lista de casa se apunta lo que debe hacerse en casa. Por ejemplo hacer tu cama o, en la mayoría de los casos los deberes.

Fuera. En la lista de fuera se incluyen todo aquello que se hace fuera de casa, como por ejemplo comprar.

General. Aquí viene todo lo que no se esté seguro si hay que hacer fuera o dentro de casa, o que se pueda hacer en casi cualquier parte. Por ejemplo, si tienes un móvil no importa mucho donde estés para mandar un mensaje. También si estás esperando a que alguien te haga algo, por ejemplo comprar un libro, es bueno que lo anotes para poder recordárselo.

Este mes. Yo etiqueto esta hoja con el nombre del mes en curso y, si es necesario, incluyo otra hoja para el mes próximo. Luego anoto todo lo que debe estar hecho para una determinada fecha, incluyendo la hora si es necesario.

A largo plazo Todo lo que quede más allá de la hoja de este mes, debe ir en esta hoja. Fechas de cumpleaños, exámenes finales y otras citas a largo plazo deben ir aquí.

Horario. Si no se tiene aparte, o incluso si se tiene es buena idea tener aquí una hoja con el horario de la semana. Este debe incluir el del colegio y el de cualquier otras actividades que se repiten cada semana.

A lo mejor Aquí viene todo lo que alguna vez te gustaría hacer pero no estás seguro: por ejemplo aprender a pintar o comprar algo que te resulta muy caro.

Esto es lo mínimo y no es necesario ir mucho más allá. Yo no conozco tu vida y no sé si haces los deberes en casa de tu abuela los domingos. Así que piensa y decide si necesitas más… o menos. A lo mejor te vale con una sola lista y ya está. Lo que sí te recomiendo es que tengas varias hojas en blanco para poder seguir cuando se te acaben las que tienes y para poder anotar tus ideas y otras cosas que tengas que recordar como un teléfono o una dirección y no tengas el móvil a mano.

Para que todo esto funcione.

Cuatro cosas, pero bien hechas:

Llevarlo a todos los lados.

Anotar todo lo que no sea un hábito consolidado. Por ejemplo: si desayunas todos los días no hace falta que anotes eso.

Mirar: Cada vez que llegues a casa, por ejemplo, miras la lista de Casa. Cada vez que no sepas que hacer, miras la lista de general. A primera y última hora miras la de “Este mes”. Esto es muy importante, de nada sirve anotar si luego no lo miras.

Revisar. Mi colega José M. Bolivar lo repite siempre que puede. Y tiene mucha razón. Revisarlo todo una vez por semana es imprescindible. No se tarda mucho, te evitas sorpresas desagradables y, lo que es más importante, puedes planificar con estrategia, decidir lo que hay que hacer cada semana y aprovechar mejor tu tiempo.


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