Silencio ensordecedor.
Despertar anonadados.
La invasión vive del otro lado de la cama.
6:30 a.m.
¿Muy temprano o muy tarde?
Le ganamos al sol.
Y las ganas nuestras
Le ganan al reloj,
Que yace en pausa
Tirado al costado de la cama.
Ojos hinchados
Que se despegan,
Mientras se calienta el agua
Con el que cantará el café.
Silencio que se disipa,
Mientras que el rayo de sol
Rebota en el frente vidriado
Para volver a entrar,
Y teñir de dorado mi pupila
Que provisoriamente
Se fue a nadar
En la profundidad de tus ojos marítimos.
“Vivimos en paraísos equivocados”,
Me dijiste el primer día.
Pero…
Para ser un extranjero en esta tierra
Todo te sienta de maravilla.
Sobre todo tus inacabadas ganas
De habitarla.
Patricia Lohin