Foto E.M. Sur les murs de Paris, mars 2017.
Tocada, pero no hundida.
A menudo sientes ese nudo en el estómago que le fue dejando paso a las mariposas.
Sonríes. Lloras. Y te alzas de hombros.
Se alborotan miles de sentimientos y emociones.
porque sencillamente, va y la vida sigue...
Y en menos de un segundo,
el universo ha dejado de latir entre tu corazón y tus costillas.
Ves cómo el rayo te ha partido en dos el hemisferio norte,
mientras esperas el estridente ruido del trueno desde el sur.
las sábanas de hospital huelen a mierda,
te convierte en un animal
que no acaba de aprender a lamerse