Publicado el 22 mayo 2017 por 50palabras
@50palabras_
El día que se hallaron, perdieron la noción del tiempo y dejaron de sentirse unos perdedores. En su segunda cita, sin perder un minuto, perdieron la vergüenza. Tiempo después, perderían las formas y empezaron a perderse el respeto. Luego, perdida la ilusión, se encontraron con que volvían a estar perdidos.