[...Permitido AMAR de 0 a 24 horas...]

(Imagen obtenida de filium.org)

Prohibida la entrada a menores de 18 años.Prohibido fumar en espacios públicos.Prohibido el paso a personas no autorizadas.Prohibido aparcar.Prohibido fijar carteles, responsable la empresa anunciadora.Prohibida la entrada con perros.…

Y así seguiríamos eternamente…Estamos acostumbrado a que nos bombardeen con señales que nos prohíben ciertas cosas consideradas “malas”, algunas de ellas serían cuestionables desde mi punto de vista, como la de prohibido perros en los restaurantes, bares, cafeterías, hoteles y un largo etcétera de locales y espacios. Hay países en los que sí se permite entrar con animales, si no me equivoco, uno de ellos es Bélgica, y es que, si el perro está bien educado, no necesariamente dará problemas. De hecho, hay perros que les darían menos quebraderos de cabeza a los camareros, seguro que nunca les dirían “oye, pásame más el filete que esto no me lo puedo comer que está crudo” o “¡vaya servicio! Me va a hacer la digestión entre plato y plato”. Hay prohibiciones que parecen incitar más a realizar aquellas conductas que se pretenden eliminar, cómo el consumo de alcohol en menores o la entrada de éstos a discotecas de noche. Para transgredirlas, se emplea la picaresca… que si me deja mi amigo el dni porque se parece a mí, que si voy a comprar a… .

Mi objetivo con esta entrada no es criticar las leyes, tampoco  es hacer una apología de su cumplimiento o incumplimiento, no. Mi objetivo es otro…. ¿Qué ocurre con lo que SÍ está permitido? ¿Por qué no nos paramos a pensar en ello? Cómo ya lo tenemos ahí, algunas cosas porque las hemos conseguido tras muchos esfuerzos, como el voto en el caso de las mujeres, otras simplemente han estado configuradas de esa forma desde sus orígenes, no nos llaman la atención. Quizá, como decía Shakespeare en su obra El mercader de Venecia “todas las cosas que existen, se persiguen con más ánimo que se disfrutan”.

Pensemos en aquello que está  en nuestra mano hacer, que nada ni nadie nos impide.Quizá, los establecimientos, al lado de sus tradicionales carteles, deberían empezar a colocar otros como el de la imagen que os dejo aquí.Quizá, a alguna persona se le ha olvidado que no sólo existen prohibiciones.Quizá necesitemos, de vez en cuando, que alguien nos recuerde que no sólo se debe criticar, también alabar los aspectos positivos que hay en las cosas, porque todo tiene dos caras y cerrarnos a una de ellas sería injusto, también para nosotros, porque nos estaríamos engañando.Hoy en día, es complicado encontrar algo positivo, en este tiempo inestable en el que nos hallamos, con la tan temida crisis afectando a tantos aspectos de nuestras vidas, nos empeñamos en ver todo negro.“Nos”, porque yo muchas veces soy la primera, lo reconozco, en caer en esa dichosa trampa.Pero... no todo es negro.Recordémoslo…