Petróleo en la Costa del Sol. Unos pocos comen tortilla rompiendo los huevos de muchos otros.

Hace unos días el Ministerio de Industria dio luz verde a Repsol y CNWL Oil, para hacer prospecciones en busca de gas natural y petróleo en parte de la costa mediterránea.
La noticia de la autorización por parte del gobierno de España para realizar prospecciones encaminadas a la extracción  de gas y petróleo en el litoral andaluz ha pasado de puntillas. Los medios de información le han dado más importancia a que los expresidentes González y Aznar han fichado por empresas energéticas, Gas Natural y Endesa respectivamente, para cargos superfluos que la aberración que supone dar carta blanca a otras empresas energéticas para destrozar el litoral andaluz. Sería lamentable que dentro de unos años se anuncie que a Zapatero le han dado un puesto inútil, pero muy bien pagado en Repsol, en BP o en otra empresa energética.
Todavía está fresco el desastre del Prestige, aún no se han depurado responsabilidades en los vertidos de BP en el Golfo de México, el petróleo está dando sus últimos pasos y nos empeñamos en escarbar para sacar cuatro barriles, contaminar y seguir haciendo que unos pocos mantengan un negocio decadente, en lugar de apostar decididamente por las energías menos contaminantes. ¿A eso se le llama una política energética sostenible y con visión de futuro? Está claro que se sigue aplicando el criterio suicida, pero más barato, de parchear los efectos del cambio climático, en lugar de tomar las medidas oportunas para evitarlo.
A pesar de las quejas de pescadores, ayuntamientos y de cualquiera que tenga un mínimo de sentido común, el Ministerio de Industria quiere que se siga adelante con un plan que supone una inversión de 30 millones de euros. 
Esos 30 millones son una cantidad estupenda para el que se la lleve en los bolsillos, porque en realidad están arriesgando el 11% del PIB de Andalucía: 15.400 millones de euros que cada año reporta el turismo. 
Como no podía ser de otra forma la empresa CNWL Oil dice que no habrá impacto ambiental. Sólo faltaba que tuvieran la desfachatez de decir que simplemente se iba a escapar unos hilillos.¿Alguna vez el charcutero o el pescadero te han dicho que lo que te están vendiendo está malo?
A la mayoría de las personas de a pie sólo nos suenan las empresas petroleras que nos venden gasolina, pero hay muchas más en el negro negocio del petroleo. En 2007 la compañía CNWL Oil filial de la canadiense Sherit ya obtuvo permiso para hacer prospecciones en el mar de Alborán, que por distintas presiones no hizo. CNWL ya tiene precedentes de decisiones extrañas relacionadas con el crudo en España, en 1983 CAMPSA le cedía el 20% de unas prospecciones en Córdoba BOE 19/7/1983 (20051).
En el mejor de los casos puede que la petrolera tenga razón y no haya problema de escapes, ni de gas, ni de petróleo, porque no haya ni lo uno, ni lo otro en cantidad suficientemente importante como para que sea rentable su explotación; y que todo sea un plan para desarrollar tecnología que sería vendida a terceros.
No deja de ser paradójico que ahora que la Junta de Andalucía asume las competencias en materia de chiringuitos para evitar que la Ley de Costas se cargue uno de los elementos que más atrae a los turistas, ahora que se anuncia el repunte del turismo tras años de bajadas continuas, ahora que la Junta de Andalucía anunca a bombo y platillo la tramitación de la nueva ley de turismo adaptada al modelo  de economía sostenible; tiren todo por la borda de una forma totalmente alejada de cualquier atisbo de sentido común.
Otra prueba del cúmulo de despropósitos del gobierno es la forma en la que el que fuera presidente de Andalucía, Manuel Chaves, y ahora vicepresidente tercero en Madrid, no tenga ni idea de lo que quiere hacer el Ministerio de Industria y de su palabra a los pescadores andaluces de que no se harán prospecciones en la Costa del Sol.
Por mucho que intenten justificar el beneficio de extraer productos altamente nocivos para el medio ambiente en una zona en la que la principal actividad es el turismo, eso no se sostiene.
Las prospecciones y la posterior extracción de petróleo o gas natural  perjudica a los pescadores, perjudica a los ciudadanos que se alimentan del pescado del litoral, perjudica a todos los que viven directa o indirectamente del turismo (la única industria con peso específico en el producto interior bruto andaluz).
Es indignante que para que unos pocos se coman una tortilla les rompan los huevos a otros muchos que se quedarán sin nada que comer.
keagustitomekedao