Planes en Madrid: Tulsa y Jonás Trueba

Llegó la primavera, llegaron las flores y los amigos y, casi sin darme cuenta, llevo más de un mes sin pasar por aquí. Las visitas a casa, el portátil roto, los viajes y el trabajo han tenido que ver un poco, pero no todo.

A veces el cuerpo y la mente te piden parar por un tiempo, hacer otras cosas diferentes o, simplemente, no hacer. Así tienes más tiempo para pensar y descubrir. En este tiempo, un poco por motu propio y un poco por obligación, he dibujado mucho más a mano y dejado de lado el ordenador. También me he dado cuenta de que escribo mejor en invierno. Con la lluvia.

Por eso hoy, aprovechando la lluvia de lo que queda del invierno, quiero compartir contigo algunas cosas bonitas que he descubierto estos meses.

Empiezo con una peli y un concierto que me encantó; y seguiré en una segunda entrada con más planes, libros y exposiciones que quiero recomendarte para que, si puedes, no te los pierdas.

Una peli y un concierto: Los Exiliados Románticos + Tulsa

Como me quedé con las ganas el año pasado de ver el estreno en cines de verano de Los Exiliados Románticos (cuando quise comprar entradas ya se habían agotado), esta vez no lo pensé demasiado y compré las entradas con dos meses de antelación.

El concierto-proyección se celebró el día 30 de abril en la sala Joy Eslava. El formato doble de concierto y película (con cine y banda sonora creados casi a la vez), hace que todo encaje a la perfección así que, cuando acabó, todos salimos de allí como flotando.

Me gustan las películas de Jonás Trueba porque, como los conciertos de Tulsa, crean una atmósfera especial que te hacen sentir como en casa, porque lo que rueda es lo que pasa, sin necesidad de efectos especiales o grandes mecanismos. Los planos, sencillos, hace que todo sea más cercano. Es como estar entre amigos.

La última vez que vi una de sus películas – Los Ilusos –  estaba en Sevilla, y a punto de tomar la decisión de irme a Uruguay. Creo que esa vez fui sola y que fue en el CAS dentro del ciclo Ese otro Cine del Festival de Cine Europeo de Sevilla. Rodada en blanco y negro, me encantó lo cotidiano y a la vez trascendental de sus diálogos.

Los Exiliados Románticos

Encontré algo parecido en Los Exiliados Románticos porque con su tratamiento a lo Nouvelle Vague (que me recuerda mucho en algunas escenas al cine de Godard) es capaz de abordar ciertos tópicos sobre el amor, dándoles la vuelta desde diferentes puntos de vista, a lo que contribuye en gran parte los diálogos y situaciones divertidísimas entre los personajes.

En Los Exiliados Románticos acompañamos a los protagonistas en un viaje en furgoneta hasta Annecy, pasando por Toulouse y París pero, como en todas las Road Movies, lo importante no es el final del viaje, sino lo que encuentras (o dejas) por el camino. Reflexiones sobre el amor, sobre decisiones importantes y algunos actos impulsivos que hacen que más de uno nos sintiéramos reflejados en alguno de los personajes y situaciones.

También muchas referencias a ese otro cine, a esos otros autores e incluso a eso tan rimbombante que llaman “metacine” dónde realidad y ficción se confunden justo en ese momento en el que nos colamos en la furgoneta con Miren Iza, cine hablando de cine, sin que la película pierda un ápice de verosimilitud.

Por cierto las ilustraciones preciosísimas del cartel de la película son de Clara León.

Ilustraciones de Clara León para la película

Éstas de aquí son mis favoritas pero en su página puedes verlas todas.

Y este mapa de personajes me parece increíble.

Para saber más sobre Clara León:

Blog: Maldito Columpio
Instagram: @claraneon
Flickr: cacahuete’s
Facebook: Claraleonpintura
Web: claraleon.com

Tulsa

El concierto de Tulsa nos regaló algunas joyas, canciones preciosas de la banda sonora como Gambetta, y algunas canciones nuevas en primicia.

Miren Iza presentó la película y creó la atmósfera adecuada para que todos nos sumergiéramos en el verano con ella.

A mí me gustó especialmente la versión que hicieron de Pequeñas embestidas, en la que compartió escenario y escena con alguien que, aunque no recuerdo su nombre y llevaba la letra escrita en un papel,  nos regaló uno de los momentos más bonitos del concierto.

Y aquí tienes la canción por si aún no la has escuchado.

Resumiendo: me encantó la experiencia de película y concierto en una única sesión; además tuvimos suerte y estuvimos sentados en primera fila (para la película fue un poco dolor de cuello pero, como no hay mal que por bien no venga, para el concierto nos vino genial); vamos que me encantaría repetir.

Si te quedaste con ganas de más, navega por la web de losexiliadosromanticos.com porque en ella vas a encontrar muchos más detalles sobre la película, curiosidades sobre el rodaje, notas del equipo y también material precioso ilustrado por Clara León.