Revista Talentos

Por qué nos quejamos de la vida y seguimos en el mismo charco, aunque traten de sacarnos

Publicado el 23 octubre 2015 por Martuca
Viernes 23 de octubre de 2015.
Voy a hablar de este tema porque me tiene tocada estos días. He conocido un pequeño grupo de personas a las que he querido mucho, y que me han hecho observar y pensar en este por qué.

EL CONTEXTOEsta persona -la vamos a convertir en una sola porque el patrón se repite casi calcado- vive una realidad que le disgusta, que le molesta, que le hace sentirse mal. Se siente desdichada persona, no entiende por qué le pasan estas cosas. Se ha encontrado -en este sendero a la realidad maldita- con personas que han abusado de su buena fe-empatía-solidaridad, olvidándose de la ayuda recibida, criticándole con fiereza y finalmente perpetuando el abuso. La gran mayoría de estas personas malas malas que han abusado de esta persona forman parte de su círculo cercano (padres, madres, hermanos, primos, sobrinos).Esta persona (pongámosle nombre...), VALERIO, ayuda mucho a su familia, cada vez que se da la ocasión, principalmente por un tema de fraternidad. No espera nada a cambio, lo hace porque siente que es su única opción, nadie más podría ofrecer ayuda desinteresada como él, y no hay nadie más a quien acudir en los problemas que suelen verse envueltos sus familiares. De no ser por su ayuda, la estabilidad económica-física-legal de los suyos estaría en serio riesgo.Como expliqué en el párrafo anterior, los familiares se portan horrible con Valerio. Le hacen una tras otra trastada, uno no puede creer que en el mundo haya tanta maldad sin sentido... el mismo Valerio lo nota, le duele, no entiende la ingratitud inmerecida y se lamenta. Sufre. Pero nada de lo que pase lo hará cambiar de opinión ni menos de actitud. Es capaz de amoldarse a los caprichos y ocurrencias de ellos -los parientes- con tal de NO ROMPER el vínculo, no importa lo que haya pasado ni lo mucho que los haya criticado en su momento.Incomoda, por decir lo menos, lo mucho que se ha hablado de las desventuras de Valerio con su familia, y luego enterarse de que les ha financiado vacaciones, comprado bienes, solventado matrimonios... en fin! que ha compartido asados y otras fiestas con los mismos quienes le han hecho TANTO daño... llega incluso el momento de clímax cuando Valerio cuenta feliz lo entretenido que estuvo en la reunión donde le pidieron más favores (!), y esos momentos "familiares" se tornan con el tiempo sagrados e intocables. Valerio los disfruta, y no está dispuesto a dejarlo.Entonces una, como amiga de Valerio, piensa:1. Me están webiando? Aparezco como la mala de la película criticando a su familión y resulta que Valerio los defiende a brazo partido?2. Será que Valerio (disculpe mi modismo) es weón? Entiende lo que pasa pero no está dispuesto a admitirlo?3. Por qué me tengo que meter en líos gratuitamente si no tengo ni arte ni parte en estos problemas domésticos? Quién me manda a escuchar los lamentos de Valerio y compartir su punto de vista, que luego cambia diametralmente?4. Por qué diantres pasa esto con Valerio (los Valerios, recordemos que son varios hecho uno)? Qué tiene en la cabeza este ser humano?MI OPINIÓNMi explicación personal, después de conocer a estos Valerios -de la vida-, es que Valerio está enfermo. No del cuerpo, de la mente y el alma. Está dañado desde pequeño, arrastra carencias serias, graves, profundas, que no le distorsionan la realidad pero sí la sujecionan a sus heridas emocionales. Valerio entiende perfecto que lo que le pasa está mal, pero NO ENTIENDE que todo ello se podría mejorar cambiando su actitud. Poniendo límites, dejando de asumir responsabilidades que no le corresponden, y dar lo mismo que recibe, no mendigando cariños que no valen ni la pena. No ve más allá porque no está entre sus posibilidades el querer hacer cambios. Dice odiar su realidad, pero no está dispuesto a dejarla.CONSEJO PARA VALERIOSi sigues así, Valerio, si te sigues quejando de tu realidad que no quieres dejar, terminarás sin amigos y siendo víctima toda tu vida. En serio quieres eso? La solución es simple aunque ardua, dáte la oportunidad de repensar tu vida, toma la ayuda de un profesional -un terapeuta- y reconstruye tu vida, para hacerla algo digno y lindo qué contar, que deje de ser un mal guión con un pésimo protagonista en su rol masoquista. Todo cambia, si uno cambia.


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