Revista Talentos

Promiscua soledad

Publicado el 04 junio 2014 por Jesús Marcial Grande Gutiérrez
Promiscua soledad
La más dolorosa, la más humillante, la más hiriente de las soledades es la que se produce en compañía. Acabo de regresar de la comida de fin de curso donde, se supone, la camaradería reina y todos se sienten integrados y unidos. Y realmene parece ser así para la mayoría, excepto para unos pocos, para muy pocos, para la unidad autógrafa que está escribiendo ahora.
¡Qué triste suena la canción del mudo en la sinfonía coral! ¡Qué pobre la gris contribución de la paleta de un ciego en el gran cuadro plástico colectivo!  ¡Qué impotente el esfuerzo del sordo por entender el sentido de la conversación, la chispa de la charla!
Hace tiempo que sé que debo limitar mis conversaciones al radio del medio metro, sopesando en cada momento la posibilidad de aburrir a mi interlocutor al que intento monopolizar en medio de los deslumbrantes fuegos artificiales de algarabía colectiva. Minuto a minuto me trago el orgullo de preguntar continuamente de quién se habla, qué chiste era ese, cual es el tema de la conversación... Cruzo la mirada inescrutable con los ojos que me interpelan, intento descifrar el gesto  incomprensible vedado de un contexto que no entiendo, sonrío simplemente en medio de la lluvia de carcajadas ante un chiste fugaz que no llegé a descifrar...
Este no comprender, no reaccionar, no encontrar sentido a los otros... ese autismo sobrevenido por la incapacidad de oir, de entender... tiene el sangrante plus de saber lo que te pasa, de sufrir la consciencia de tu soledad...  Porque no me queda ni el  callado consuelo de la escucha, pues nada entiendo; ni el bálsamo de la propia iniciativa pues en la costura sólo alcanza a la primera puntada.  No me queda más que la sonrisa bobina, la mirada imperturbable, la cara de poker. Desear que se acabe cuanto antes, tener algo en las manos, beber de la copa (y procurar que sea agua lo que contenga), degustar el guiso y salir corriendo, buscando la misericordiosa soledad del que está solo.
  

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