Revista Diario

Proyecto Felicidad III (y un paréntesis)

Publicado el 23 julio 2010 por Nmartincantero

Llega el momento de escaparse, por fin, del horno madrileño, el correo electrónico y demás ingenios electrónicos esclavizantes y disfrutar del momento, el fresco de la montaña, la brisa del mar y los helados de pistacho. Una suele vivir estos momentos pre-vacacionales con gran expectación. Pero, ya que estamos con el tema, me pregunto: ¿realmente seré más feliz?

¿Qué te haría más feliz: ganar la lotería o quedarte parapléjico? Tontería de pregunta, ¿no? Pero hace ya mucho que se dijo que, pasado un tiempo de acomodo, no existen diferencias significativas entre la felicidad de los ganadores de lotería u otro suceso similar y los que han sufrido un accidente.

Esto es lo que dijo al respecto Samuel Johnson varios cientos de años atrás:

"Generalmente se considera que ningún hombre ha encontrado nunca que la felicidad de la posesión guarde proporción con la expectación que incitó su deseo y fortaleció su búsqueda; ni ningún hombre ha encontrado los peligros de la vida tan formidables en la realidad como le fueron descritos por su imaginación; cada tipo de aflicción trae consigo su peculiar consuelo, algún modo imprevisto de resistir, o fortaleza para aguantarlo".

La versión moderna de estas palabras la encontramos, entre otros, en los trabajos del psicólogo Dan Gilbert. He aquí un vídeo sobre lo que nos hace felices (con subtítulos en español):

Gilbert, autor del súper ventas Tropezándonos con la felicidad, aplica métodos científicos para probar la falsedad de la idea de que seremos desgraciados si no obtenemos lo que deseamos (y felices si lo conseguimos, como dice Johnson). Ello se debe a nuestro "sistema inmunológico psicológico", que nos permite encontrar la felicidad en condiciones aparentemente adversas... y, de la misma manera, continuar siendo infelices incluso... cuando nos vamos de vacaciones.

Este sistema, dice Gilbert, nos ayuda a cambiar la perspectiva del mundo para poder sentirnos mejor en él, y conseguir así una felicidad a medida que él llama “felicidad sintética”. Lo más interesante es que esta felicidad sintética no es inferior a la "felicidad natural", la que sentimos cuando obtenemos justo aquello que deseamos.

No sólo no existen diferencias entre ambas felicidades, sino que funcionamos mejor cuando estamos presos en una situación, cuando no podemos cambiarla. Esto es, si tenemos opciones nos cuestionamos todo, buscamos las ventajas y desventajas... ¿No sería mejor salir de vacaciones en septiembre, cuando ya no hay tanta gente? ¿Me estaré gastando demasiado dinero en los billetes de avión? ¿No hará demasiado frío en Francia? ¿Será tan bonito como dicen? Cuando dudamos, somos infelices.

¿Pone la libertad trabas a la felicidad? Sí, dice Gilbert. Y ahí ya que cada cual saque sus propias conclusiones. Las mías para después del paréntesis.

Proyecto Felicidad III (y un paréntesis)

Imagen de Virginia Pedrero .


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Nmartincantero 6 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Dossier Paperblog

Revistas