Revista Diario

¡Pues va a ser que no!

Publicado el 02 febrero 2010 por Anna
No, parece que no hay vuelta a la rutina; o tal vez sí, porque preveo una dinámica como la del semestre pasado... Eso sí, esta vez no ha sido sólo cosa mía.
Lunes, 8 de la mañana. Llego a clase y veo a un número demasiado bajo de personas... pregunto, y me dicen que el seminario parece que estaba programado a las 8.30, así que los que hemos ido tan pronto es, o porque no lo sabíamos, o porque vivimos lejos y necesitamos llegar con tiempo (en mi caso, las dos cosas). Bueno, no hay problema: decido sacar mi libro y, encantadísima, enfrascarme en una lectura matutina.
Empieza a llegar la gente para el seminario práctico de las 8.30; son las 8.30... son las 8.45... son las 9.00... son las 9.10. Nos miramos, murmuramos en pequeños grupos, alguien se acerca a preguntar en secretaría, algunos se marchan sin esperar. Al final, decidimos que parece que nadie va a venir y decidimos ir directamente al hospital. ¿El problema? Pues que es el primer día para todos, y nadie sabe dónde tenemos qué ir o por quién preguntar. El seminario que teníamos era de hecho una pequeña charla del coordinador para dividirnos en las consultas y explicarnos cómo funcionaban las prácticas de Ginecología. Así que como todos estábamos igual de perdidos, decidimos ir todos a la vez a las 9.30, que es la hora a la que debíamos empezar.
Bueno, empiezo a mosquearme, pero como tengo mi libro y me da tiempo a tomarme un chocolate caliente mientras hago tiempo, decido que no está del todo mal (aunque, si tenemos en cuenta que debería estar estudiando para un examen... me molesta perder el tiempo). Así que a las 9.30 allí estamos, 30 medicoblastos con sus batas y sus aparatitos buscando desesperadamente al coordinador o, en su defecto, a algún médico del servicio. Como por casualidad, nos encontramos con un residente que, todo hay que decirlo, la mar de majo, nos dice que si le damos un segundo nos atiende.
Y sí, el pobre chico nos atiende, y se come un marrón que no le toca (cosa común en los residentes, por otro lado).Nos dice que sí, él sabía que tenían que ir estudiantes porque van cada año, pero que no sabía para nada que teníamos antes un seminario y que lo que no sabía era que éramos 30 estudiantes. La verdad es que todos plantados en mitad de un pasillo hacíamos una pinta bastante curiosa... Nos dice que el coordinador está en el quirófano, a lo que evidentemente responden nuestras quejas. Y es que, al parecer el súper-coordinador (vamos, el que coordina al que coordina) avisó la noche anterior de que iríamos "unos pocos" a prácticas, pero no había avisado de que íbamos también a tener clase antes.
Muy amablemente, y entiendo nuestras quejas, el residente nos propone dividirnos en pequeños grupos y hacerse cargo de unos cuantos en espera de que, una vez el coordinador saliera de quirófano, pudiéramos organizarlo de otro modo. ¿El resultado? Mis 3 semanas de prácticas en Ginecología se han reducido a 4 días dentro de otras dos semanas, por lo que ahora vuelvo a estar libre... pero como yo, otras 20 personas que tras levantarse ayer a las 6, y con examenes de por medio, hicimos el idiota cumpliendo nuestro horario (los otros 10 son los que ayer se quedaron). Y ojo, no me gustaban demasiado estas prácticas, así que no me escandaliza que se recorten las horas, pero sí que sea porque alguien no ha hecho bien su trabajo.
Del súper-coordinador ya os hablé sobre una de sus pataletas, y ya véis ahora que, además, es un inepto en lo que a organización se refiere. Creo que ahora somos nosotros los que podemos espetarle en la cara "como no vino el primer día de prácticas...", pero no, no lo haremos. Ni siquiera nos quejaremos más allá de un mail neutral pidiendo, por favor, una explicación a ese descontrol. Y me indigna que mis compañeros sean tan conformistas, pero me indigna más que alguien que sólo tiene que hacer eso, porque es su trabajo, porque es un trabajo complementario al suyo que escoge hacer de forma voluntaria, no pueda hacer lo mínimo que se le pide. De todos modos, sí quiero expresar también mi gratitud hacia mis compañeros (por organizarnos entre todos de forma eficaz, y dejando escoger primero a los que teníamos examenes) y al residente que nos atendió.
Así que nada, a ver cuándo puedo aprender algo este año...

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