Puntos de vista

He cruzado al otro lado del río, he visto mi propio mundo desde otro punto de vista, he visto la magia de mi vida, esa magia que a veces ignoramos y damos por sentada. Tengo tanto aunque a veces sienta que tengo tan poco, debo aprender a mirar.
El mundo es muy grande y a veces me siento muy chiquita, pero otras veces siento que me abraza y soy parte de él. Me voy conociendo a mi misma a medida que conozco otros puntos de vista, a medida que me alejo de mi ciudad y la veo en retrospectiva. A veces me quiero ir y no volver, pero otras veces me quiero quedar o regresar.
Colonia, Uruguay, ha sido un lugar que se llevo un pedacito de mi corazón, el río y su clima me ha ayudado a calmarme. Hay que parar y descansar, ahora mismo, sin excusas. Me llevo recuerdos y fotografías grandiosas que no se comparan con la realidad ni un poco. He visto mi facultad muy chiquitita desde lejos, desde el otro lado del río que todas las mañanas me acompaña, todo parece tan pequeño cuando tomamos distancia.
He tardado menos que lo que viajo a diario en salir del país. Las distancias se confunden en mi cabeza y todo lo que parecía tan certero, comienza a confundirse entre la niebla. ¿Dónde vivo? ¿Dónde termina mi país? ¿Dónde empieza mi facultad? ¿Donde comienza mi lugar y termina otro exactamente? ¿Tardo menos en salir del país que en ir a mi facultad? ¿Acaso no viajo todos los días entonces?
Vuelvo a mi gran Buenos Aires, pero esta vez lo veo un poco más chico, es más, diría que ya no me aterra tanto. Esta ciudad me contrapone sentimientos de amor y odio, miedo y sueños, casi todos los días. Pero es parte de la aventura. Después de haberla visto desde el otro lado puedo decir que todas mis preocupaciones se han vuelto piedritas en medio de este ancho río.

Fotografía de Nahuee_mc

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