Revista Diario

¿Qué derecho tengo de quejarme?

Publicado el 13 enero 2015 por Shannon P.j.
¿Qué derecho tengo de quejarme?

¿Verdaderamente? ¿Qué derecho tengo de quejarme?Hasta donde se, tuve una buena infancia. Toneladas de juguetes. Celebre mis mejores cumpleaños en lugares increíbles juntos a los amigos de la época. Probablemente soy una de las pocas personas que ha tenido muchas, muchas, muchas mejores amigas. La relación con mis primos, tanto del lado paterno como materno, estaban, entonces, más o menos intactas.Básicamente nunca me falto nada. Pero entonces tenía que crecer y comenzar a estudiar todo lo que me rodeaba. Fue entonces cuando mi felicidad y la facilidad con las que acostumbraba a lidiar las situaciones, se esfumaron. Voy a ser sincera, la pubertad, alias adolescencia, apestan. Pero al igual que todo en la vida, son parte importante de quienes somos. Es esa época en la que te descubres a ti mismo poco a poco, por no decir al final de la etapa. Sufres todos esos cambios, surgen todas esas preguntas, y apresen todas esas cosas que antes no habías notado.En otras palabras, descubres el mundo y sus deformidades. Los adultos no entienden y tú no los entiendes. Tiendes a ser rebelde y contradecirlos, blah, blah, blah. Probablemente atraviesas todas las facetas de personalidad existentes, solo para terminar descubriendo que cualquiera de esas son tonterías.Y no olvidemos el asunto del amor.¿El amor es bueno o malo? ¿Por qué no le gusto? ¿Qué tengo que hacer para que me quiera? Éste es el indicado. Te amo. Me rompiste el corazón. Te odio.Dicen que la peor época para realmente saber, es durante la adolescencia porque realmente no conoces ni sabes lo que realmente es bueno para ti. ¿Qué si lo creo?Bueno, he escuchado de personas que se conocieron en la secundaria y terminaron casarse. En casos contrarios, su verdadero amor llego mientras estudiaban en la universidad. Francamente no lo sé. De lo único que puedo estar segura es del tiempo… con el tiempo todo e aclara.Entonces sin saberlo ya eres mayor de edad y todas esas experiencias te parecen niñerías. La vida tiene más sentido ahora, pero también duele más, y lo único que deseas es poder ignorar el pasado como cuando eras pequeña. Así que tienes que tomar una importante decisión. Lo olvidas o te hundes. Así de simple.Por supuesto que no es fácil. Nadie nunca dice lo difícil que es hasta que tú misma lo descifras. La vida es cruel, no es justa; la gente es malvada; la lealtad esta sobrestimada; el amor es mayormente una ilusión; la amistad es tan escasa como los recursos naturales; y el mundo está aún más deforme y degenerado que hace cinco años.Podría hablar sobre la falta de oportunidades de empleo, o sobre como el analfabetismo, la pobreza y la violencia se incrementan en lugar de disminuir. Pero este no es el caso.El caso es que ahora eres grande, tienes que asumir las consecuencias de tus errores y obtener tus propias recompensas. Nadie actuara por ti nunca más. Todas tus acciones se basaran en lo que has aprendido, ahora y desde mucho antes, puedes diferenciar notablemente entre el bien y el mal. No hay tiempo para juegos ni decisiones erróneas. La culpa no será de nadie más que tuya.Así que aceptémoslo, esta es una lista de quejas sobre problemas humanamente agotadores. ¿Y sabes qué? Sí. Hay personas en peores situaciones. Pero tú eres un ser humano y también tienes problemas. Está en tu derecho lamentarte y ser feliz. Todos fuimos niños alguna vez y todos atravesamos la adolescencia, aprendimos y crecimos. Así que en lugar de quejarme, tal vez debería de afrontarlo, dar gracias, y colocar mi grano de arena para ayudar a los demás sin esperar nada a cambio.Porque como dije antes, ¿Qué derecho tengo de quejarme?


Atte.¿Qué derecho tengo de quejarme?

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