Revista Diario

¿Qué es lo gótico? Parte II

Publicado el 22 octubre 2010 por Gothicsue_
Siguiendo con ésta puesta y apuesta, con la cual intento desmitificar el sentido erróneo que la mayoría le da a “lo gótico”, y que sobrevuela a ésta tendencia cultural profunda, fecunda y sumamente interesante, me adentraré un poco más en la historia de la cuestión gótica, tratando de dar un panorama más completo y fidedigno con el propósito de despejar dudas o simplemente sentar una renovada visión sobre éste irrefutable hecho cultural, recreando –nuevamente- al idóneo Gavin Baddeley.
Comencemos...porque ésto viene desde el fondo de los tiempos:

Orkut Comentarios - Magical And Mystical
 


El término “gótico” es una de esas palabras que a todos nos resultan familiares y de las que creemos saber su significado, una palabra que nos sugiere algo así como un ambiente relacionado con murciélagos y cementerios.
Sin embargo, este término encierra una sorprendente riqueza de contenidos y significados.
En un sentido académico, la palabra “gótico” tiene varias acepciones muy concretas. Si la buscamos en la base de datos de una biblioteca nos conducirá a libros sobre el arte y la arquitectura góticos de la Edad Media en Europa occidental; así, puede encontrarse cierta relación entre dicho período y el tema de este libro, la llamada “Cultura gótica”, por ejemplo en las “danzas de la muerte” del siglo XV, tétricos grabados que representaban cadáveres retozando o bailando. Pero las majestuosas catedrales medievales o las estilizadas pinturas de la Virgen María de los altares tienen poco en común con el sombrío concepto de gótico como celebración cultural de la medianoche.
Nuestra imaginaria búsqueda de definiciones también podría conducirnos a encontrar relaciones con el “renacimiento gótico” o “neogótico”: la renovación del interés por la arquitectura medieval acontecida en Europa en el siglo XVIII. Parte de esta información es pertinente, así como las narraciones de ingleses excéntricos como Horace Walpole y William Beckford, creadores literarios de las abadías de atmósferas fantasmagóricas. Sin embargo, a mediados del siglo XIX, la arquitectura neogótica se convirtió en norma, y hasta los edificios del Parlamento británico fueron construidos siguiendo dicho estilo. Eso hace que algunos puedan argumentar que en los mencionados edificios se traman intrigas malignas, como asunción de dicha arquitectura por parte del establishment ... ¿algo que ver con la siniestra “cultura gótica”?
Tal subversión y reinvención es típico de “lo gótico”, y no sorprende que la moderna sub cultura llamada “goth” ofrezca un sentido algo confuso y .ambiguo. Aunque también se emplean en español los términos “godo” o “goda” para referirse a dicha sub cultura, aquí utilizaremos preferentemente el término inglés “goth”, de uso más extendido; el término “gótico” alude a la más amplia corriente cultural en la que se enmarca el goth. Lo que es o no es auténticamente goth constituye una discusión frecuente en los numerosos sitios web y publicaciones para fans de esta sub cultura; paradójicamente, muchos sostienen que una pista para saber si alguien es verdaderamente goth es que éste ha de negar serlo hasta su último aliento (¡falacia!). También el término “gótico” está cargado de una ambigüedad que linda con lo caótico.
Más o menos desde los comienzos de la escena goth en los años ochenta, las bandas más influyentes de dicho movimiento (principalmente, Siouxie and the Banshees y las Sisters of Mercy) supuestamente se han negado verbalmente a etiquetarse como goths. Gavin Baddeley comenta esta paradoja con Trevor Bamford, director del sello discográfico británico Nightbreed, especializado en el goth y líder de la destacada banda goth Midnight Configuration. Según Bamford, ser goth es simplemente “ser aquello que se es en un momento determinado”. Pero esto suena demasiado demagógico, y quizá algo tautológico: la estética gótica siempre estuvo relacionada con cierto sentido de independencia y singularidad.
Nos cuenta Baddeley: "Hace poco tiempo participé en una “noche goth” en un club musical alternativo; la pista de baile estaba dominada por la música industrial y electrónica, y la gente bailaba con la energía típica del rave, en lugar de con los lentos y etéreos ritmos de los clubes goth de los ochenta. Pero, lo gótico implica una atmósfera extraña., y si asistimos a una fiesta goth y la noche termina no con una sino con dos “irónicas” interpretaciones de un éxito de Britney Spears, entenderemos que los clientes tengan todo el derecho a reclamar que les devuelvan su dinero".
Los habituales del club vestían ropas adecuadamente extrañas de cuero negro, accesorios fetichistas y mucho maquillaje; aunque compensaban con adornos psicodélicos de PVC y coloridas extensiones de cabello. El ambiente era más extravagante que el de los clubes tradicionales. Pero lo gótico es mucho más que una imagen: es una estética, un punto de vista e incluso un estilo de vida cuya tradición supone un legado de subversión y tinieblas.
Históricamente, los goths o godos, eran un pueblo germánico proveniente de-Escandinavia que conquistó la mayor parte de Europa occidental en el siglo IV, tras lo cual forjó varios reinos a partir de los deteriorados restos del Imperio Romano de Occidente. .Como resultado, la palabra “gótico” se convirtió en sinónimo de “bárbaro” (término que aludía a todos los pueblos invasores germánicos); asimismo, otro pueblo invasor, los vándalos, también vieron su nombre convertido en expresión de salvajismo. Las invasiones bárbaras supusieron el colapso del Imperio Romano de Occidente, que marcó el inicio de la Alta Edad Media, un período turbulento de guerras, destrucción y muerte que condujo a un franco estancamiento demográfico, social y cultural.
La cultura y los conocimientos clásicos del Imperio Romano clásico y de la Antigua Grecia fueron redes cubriéndose gradualmente en Europa a partir del siglo XIV, en los albores de lo que sería el Renacimiento, período que supondrá el arranque del mundo moderno. Las virtudes clásicas, tales como el orden, la belleza y la lógica, fueron idealizadas, pero este renovado interés por lo antiguo también sacó a la luz otros aspectos de la cultura romana. Al ser excavadas muchas ruinas de Roma se descubrieron sepulcros decorados con esculturas y arte erótico y extravagante: seres mitad humanos y mitad machos cabríos participando en orgías con voluptuosas doncellas, ninfas y cortesanas desnudas yaciendo con sus clientes, mientras el follaje y los racimos de las vides se incrustaban en la escena como si fueran reales... Los arqueólogos de la época concluyeron, no sin ciertas dudas, que aquellas cuevas o grutas habían sido construidas por los romanos para venerar a sus dioses profanos.
Las obras de arte y esculturas que imitaban las escenas procaces y casi terribles descubiertas en aquellas grutas pasaron después a denominarse “grotescas”, y otros aspectos del pasado medieval (o gótico) llegó a considerarse parte de dicha tradición grotesca. Las representaciones pictóricas renacentistas del Infierno, repletas de demonios semihumanos, gárgolas y cadáveres de muecas lascivas, característicos de la mampostería medieval, resultaban fascinantes y repulsivas a la vez. (Edgar Allan Poe, escritor estadounidense del siglo XIX, uno de los máximos exponentes de la literatura gótica, tituló su colección de 1839 Cuentos de lo grotesco y arabesco – Tales if the Grotesque and Arabesque; el término “arabesco” se asociaba entonces a algo profusamente decorado con un estilo oriental y exótico, como se manifiesta en el relato de William Beckford sobre los excesos árabes, Váthek. En su estudio sobre el arte grotesco titulado Salomé y Judas en la cueva del sexo, Ewa Kuryluk escribe: “Originado en los despojos de la bestial antigüedad, lo grotesco se relacionaría a su vez con la indagación en todo aquello que estaba en contra de las normas, de los cánones religiosos y las leyes del Estado, en contra del arte académico y la sexualidad autorizada, de la virtud y lo sagrado, en contra de las instituciones establecidas, las ceremonias y la historia celebradas oficialmente. Los artistas grotescos sacaron a la luz las oscuras leyendas populares y las doctrinas secretas, y nunca se cansaron de explorar lo obsceno y criminal, todo aquello que era sombrío, subterráneo y macabro”.
La palabra “gótico”, como término cultural, tuvo inicialmente un sentido despectivo, ya que aludía a cómo la “Edad de las Tinieblas” había reemplazado las clásicas glorias de Roma por cierto tipo de barbarie. En el siglo XVIII, la recuperación del estilo gótico (neogoticismo), en oposición al neoclásico, fue una rebelión consciente en contra del buen gusto y el sentido común de la época. De una manera análoga, los actuales goth que se visten con ropas poco prácticas y de llamativo aire victoriano no están aprobando por ello los opresivos valores de la época victoriana, sino manifestando su rechazo de la presunta estética moderna mediante la adopción de la elegancia y el estilo del siglo XIX. Además, dicha actitud expresa una pasión de los goths por los aspectos grotescos de la época victoriana, particularmente el de la obsesión por los complejos ritos fúnebres, pero sólo como tributo manierista, camp y formal, no por su contenido ideológico.
Lo camp (afectado o amanerado) y el manierismo son conceptos importantes para cualquiera que desee comprender la estética gótica. En 1964, la escritora Susan Sontag intentó definirlo de la siguiente manera: “No es una manera natural de sensibilidad, si es que existe algo así. De hecho, la esencia de lo camp es su amor por lo que no es natural, es decir, por lo artificial y lo exagerado. Es una clase especial de estilo. Es el amor por la exageración, por "las cosas que son lo que no son..." Lo camp o amanerado es una experiencia coherentemente estética del mundo. Encarna la victoria de la "forma y el estilo" sobre el "contenido", de la "estética" sobre la "moral", de lo "irónico" sobre lo "trágico"... Sobre todo, el gusto camp es una forma del disfrute, de la apreciación”.
A menudo asociadas con la homosexualidad, las personas amaneradas o camp tratan los asuntos aparentemente triviales con seriedad, mientras que no da mucha importancia a las cuestiones en principio relevantes. Llevado a su extremo lógico, lo camp supone una burla hacia la sabiduría convencional, una sátira sofisticada de la virtud y del deber. De acuerdo con la subcultura goth actual, el interés por lo prohibido y lo arcano, la tendencia a la introspección y la sensibilidad, los hábitos nocturnos y otras muchas características y actitudes consideradas “sospechosas” por la sociedad tradicional pueden convertirse en algo aceptable si se las exagera hasta extremos teatrales.
Y digo yo…Cuando la gente te tilda burlonamente de vampiro o bruja, ¿por qué no sacarles ventaja adoptando ese papel con gusto?... ¡Para pensarlo!
¡Hasta la próxima!Copyright by Susana Inés Nicolini. Todos los derechos reservados

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Gothicsue_ 95 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Dossier Paperblog

Revista