Reseña de "Cómo ligar con un duque" de Megan Mulry

A simple vista puede parecer un libro posicionado en la época de la regencia, incluso en una época más moderna como fue la victoriana, pero los más avispados seguro que tardaréis poco en daros cuenta de que no lo es al leer el título. Esta historia contemporánea, moderna, actual, llamadla como más guste, la empecé con mucha ilusión. Bien, cierto es que soy una amante declarada de la histórica y me hubiera encantado encontrar este mismo argumento narrado en un pasado repleto de cortejos y normas sociales que engrandecen un acto tan ínfimo como un roce en la mano, pero lo cierto es que esta historia actual tiene mucho gancho. Desde las primeras páginas me enganché a su lectura de mala manera, pero ha habido varios aspectos que no me han convencido y que apuntaré desde el respeto más adelante.
Bronte, una mujer moderna, aparentemente independiente y con un serio rechazo a las relaciones estables por culpa de su última pareja, empieza un tórrido y explosivo romance con fecha de caducidad consensuada con un extraño que acababa de conocer en un lugar tan maravilloso como es una librería, algo que me ha parecido original. Toda la historia se complica cuando Max, el adorable extraño, adictivo y sexy pero también intenso demostrando sus emociones, le declara su amor. Bronte y su serio problema al compromiso, empieza a ver como todo se complica todo, pero además, y sin ánimo de volver a repetir lo que pone en la contracubierta del libro, el amante en cuestión que acaba de pedirle más, mucho más de su relación, resulta que vienen con un título nobiliario bajo el brazo con todos los compromisos que eso significa. 
Con este argumento, unos personajes sencillos y algo típicos, pero bien construidos y un tira y afloja dramático en algunos casos,  la autora logró tener toda mi atención hasta la mitad del libro. El problema, o tal vez la decepción vino después por varias razones. La primera fue el ritmo, al principio era bueno, descripciones correctas, acontecimientos bien marcados y rítmicos y un factor muy importante: la incertidumbre.  Pero a partir de la mitad del libro todo se ralentizaba cuando la protagonista empieza a divagar demasiado y se estanca,  provocando que se me hiciera un poco cuesta arriba y perdiera el interés por la historia. Otro aspecto que me ha dejado un poco fría es que me esperaba un conflicto importante, pues hay varios capítulos en los que la autora cuida al detalle el desarrollo de éste, preparando al lector, haciendo que temiera "ese" momento, incluso provocando serios problemas entre los protagonistas para crear expectación y después lo solucionara de una manera tan fría y descuidada.
He llegado al final, algo precipitado, con cierta desilusión a pesar de dejar la historia de ambos bien cerrada porque me ha faltado saber algo más de los secundarios que tanto han condicionado a la protagonista. Quiero creer que en los dos siguientes libros de esta trilogía esos aspectos se verán solucionados.

Como reflexión os diré que la novela me ha gustado a pesar de flojear en esos aspectos, la intensa historia de amor entre Max y Bronte merece ser leída y disfrutada. Megan Mulry, con su estilo genuino ha creado una historia que recomiendo a quienes les gustan los cuentos con príncipes azules y doncellas independientes que no saben que necesitan ser rescatadas.

Megan Mulry nació en Nueva York y escribe novelas románticas ambientadas en la época actual. Después de graduarse viajó por todo el mundo y posteriormente vivió en Nueva York, Boston, Chicago y Londres, donde trabajó de editora de varias revistas. Actualmente reside en Florida con su marido e hijos. Cómo ligar con un duque es el inicio de una trilogía que publicará Plaza & Janés.