Salvo que crea

Photography by @niravphotography

Necesito dormir profundamente. Pero antes tendría que invocar a los dioses. Los dioses de los sueños. Por enésima vez, yo que no creo en nada. ¿A quién pedirle? No creer en una divinidad te pone en un lugar choto a la enésima potencia. Y aunque creyera, yo soy tan de no pedir. Una cagada.
Querer pedir y no tener a quién. Querer pedir y no haber aprendido a hacerlo.
Se me está haciendo largo. Larga la soledad que hace costra en la piel, la resquebraja, transforma las manos en una especie de agarradera mecánica y fría. A los labios en una terminal de autoservicio por donde entra el alimento.

Hay que lavarse los dientes, para que puedas seguir masticando. Mi cuerpo es una especie de estación espacial que se viste de acuerdo al clima o a mi estado de ánimo apático. Temo terminar convirtiéndome en los otros. Los otros grises. Las otras copias que se creen originales. Los otros números de serie que andan por ahí, diciendo que está todo bien, cuando sus ojos están tan marchitos como el jazmín de la entrada de mi casa.
Temo no recordarte. Tu figura se va desvaneciendo y me cuesta encontrar el lugar en esta galaxia en donde tu mirada se funde con la mía. ¿Existe ese lugar? ¿O sólo son sueños sobre sueños, reminiscencias sobre reminiscencias, ilusiones postradas sobre el sillón al final de un domingo laboral? Sí, laboral. Los tristes trabajamos los domingos.
Quiero dormir y verte. Dormir y abrazarte. Dormir y sentir esa sensación de sosiego que me brinda tu presencia mientras mi cuerpo yace en posición fetal. Despertar y recordarte. Vivir y no olvidarte.
Quiero verte y contarte qué fue de mi día, sacarte una sonrisa, sacarte a bailar, sacarte las pulgas, hacerte cosquillas, decirte que te amo, bailar y bailar.
¿Y si nos volvemos a encontrar y ya no te reconozco? ¿Vos me recordarás?
Perdí la ruta, la percepción, la intuición, el mapa, la guía. Sos una irrealidad tangible durante el día que se hace demasiado largo, pero cuando duermo te transformás en el anhelo que más espero. Dormir para verte. No quiero otra cosa hoy, salvo que crea y pida.
Y se haga realidad esto de despertar, verte, recordar y pertenecer.

Patricia Lohin

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