Secretos del Arenal, de Félix G. Modroño.

Una vez leído el XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla, escrito de magistral forma por el autor vizcaíno Félix G. Modroño, una tiene la irritante sensación de que aún le queda mucho por aprender en el compartido mundo de las letras. Estas, las de Félix, son inteligentes, claras, justas, variopintas, laboriosas, sabias y conocedoras tanto de la psique nórdica, como sureña; masculina y femenina, clásica y contemporánea. Son letras ganadoras, en definitiva.

Su sinopsis reza de tal manera: El destino entrelazado de dos mujeres, en dos ciudades y dos épocas diferentes. El voluptuoso mundo del vino ha unido a Silvia y Mateo en una relación tan intermitente como apasionada, donde nunca hay preguntas ni tampoco respuestas. Pero ella sigue atormentada por el dolor de hace muchos años: en 1989 el cadáver de su hermana mayor apareció en el monte Artxanda, salvajemente mutilado, y desde entonces el asesino sigue libre, sin que las investigaciones -primero de la Policía Nacional, y luego de la Ertzaintza- hayan logrado sustanciales avances. Un día, Mateo recibe el correo electrónico de una desconocida que le propone leer la novela Secretos del Arenal: una historia de intrigas, venganza y supervivencia situada en la Sevilla de posguerra, una ciudad acosada por el hambre, la miseria y la represión política. Mateo no sabe que es la propia Silvia quien le manda ese correo, y por supuesto desconoce qué claves se esconden tras la lectura de esa novela.

El perfecto conocimiento del autor sobre esa ciudad, Sevilla, que es también la mía, me ha llamado poderosamente la atención (tal vez la comparación de nuestro chovinismo sea un tanto exagerada, pero todo se pega, amigo mío…), así como la destreza en hilvanar y entretejer -con la precisión del mejor reloj- dos historias en apariencia distintas, de diferentes protagonistas y en Arenales opuestos, hasta su conclusión en un brillante final sin fisuras argumentales, donde todas las dudas quedan resueltas, para deleite de un lector enganchado a Silvia y a Olalla desde el principio.

Una voz recomendable, la de Félix G. Modroño. Una novela digna de su premio, “Secretos del Arenal”. Mi enhorabuena como lectora, y aún más como escritora.

Haceos con ella. Leedla. De Norte a Sur. De arriba a abajo. No me guardéis el Secreto...