Revista Literatura

Seguir al rebaño, cuellos quebrados, mirando siempre ha...

Publicado el 12 agosto 2012 por Mrlagarto @mrlizardrisin

Cerbero, acuarela de William Blake. Seguir al rebaño, cuellos quebrados, mirando siempre hacia abajo, ojos maravillados por un suelo cubierto de sangre.
No mirar hacia arriba, el cielo no nos desea, olvida tus pares, te aborrecen, y te guían hacia aquel matadero. Solo ve tu mundo, ese suelo ahogado en sangre, y más abajo aun, allí donde arden las llamas del infierno.
Caminando lentamente, en fila, hacia el descenso, hacia el desmembramiento de los cuerpos, del alma, imagino incontables brazos, lanzas y dagas, en perfecta precisión atacando cada parte de este perecedero cuerpo, despedazándolo.
Partes, serán devoradas por Cerbero, el guardián de la entrada, alimentado debe ser, el cuerpo, el alma, todo, todo, regado por ardientes rocas o chorreando en las fauces de la bestia.
Alfombras con restos de viejos y nuevos cuerpos, aun en el más horrendo de los finales, cuando se supone el descanso eterno, aun, no ha de llegar, eternamente aplastados, pisoteados por los expulsados que merodean el lugar.
Escapa al rebaño, esfuérzate, no es el fuego lo que mereces, existe para ti, otra salida, destroza tu rebaño, despójate de todo, no mires, vete, huye, despavoridamente corre.
Haz lo que deseas, no te ocultes en plegarias vacías, a ningún lado han de llegar, solo a tus oídos. El cielo es sordo, mudo, ciego, más cuídate del fuego, todo lo escucha, aun tus más profundos y obscuros pensamientos. Está a la espera de tu duda.
Cuídate de lo que piensas, más jamás dejes de hacerlo, haz lo que tu instinto demande, hazlo, no dudes, y deja de lado cualquier remordimiento.
Vete, escapa, abandona todo aquí, no derrames una lágrima, quema tus ropas, grita hasta enmudecer, todo lo que deseas, lo que piensas. Y corre, no eres cobarde, solo cambias de lugar, para poder seguir.
Tus enemigos, están ocultos en tu mente, eres tú mismo, prepárate para darle batalla. Que las heridas no te detengan, que la sangre no disminuya tu paso.
Haz que el día vuelva a ser tuyo, también la noche, y todo aquello que este entremedio, que tus sueños te pertenezcan. Duerme y despierta, lejos, muy lejos de aquí, muy lejos de aquí. -- Blog Feed --

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