Revista Diario

Selam neh

Publicado el 04 agosto 2015 por Kaktus

Te cojo finalmente en brazos. En la otra habitación, tu madre delira bajo los efectos de la anestesia. Me llama. Alguien le dice que estoy contigo. Te acuno. Me acuerdo de la teoría de los mil primeros minutos de vida. Por azares de la cesárea, los primeros ciento veinte te ha tocado pasarlos conmigo.

Te canto una canción que me ha enseñado la Nena, y que es la única que me sé en amárico. Dice algo así como: “muñeco mío, muñeco mío, te quiero un montón, te quiero como a mi madre”. No es exactamente una nana, pero quiero que lo primero que oigas sea amárico.

Eres lo más bonito que he visto jamás. Ya verás, seguro que tu madre piensa lo mismo. Tiene algunos problemas, y ni siquiera está segura de querer tenerte. Es más, estaba bastante segura de que no quería tenerte.

Te arrullo con una melodía sin palabras (la canción del muñeco es muy repetitiva). Y te digo lo primero que oirás, y que te repetirán millones de veces a lo largo de tu vida. No te lo pregunto, lo afirmo:

_ Salam neh- estás en paz. Por ahora, en mis brazos, estás en paz. Y seguramente nunca lo sepas, pero la frenji con la que pasaste los primeros ciento veinte minutos de vida te recibió con la palabra paz, y le dio gracias a ese Dios que te hizo nacer. Y le dio también las gracias por haberos hecho encontraros, tú y ella, niño sin nombre, niño Esperanza.

La frenji, además, aprovechó para pensar en todas las cosas maravillosas que le han pasado en estos años. Y tú, niño sin nombre, eres una de las más bonitas. No hay momento como el presente, ni Esperanza tan evidente como la vida que nace. Nueva Vida. Nueva aventura, niño.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Kaktus 223 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Dossier Paperblog

Revistas