Show must go on

Cuando una puerta está atrancada es mejor no intentar cerrarla.

Si yo no tengo que darte nada, sino te lo debo ¿por qué tengo ganas de que te parta un rayo? Que te secuestren y te esclavicen luego, y no puedas volver a sonreír. Que te quemen los ojos y te dejen un iris ciego, oculto bajo metal fundido. Muerto. Así solo podrás verme si te esfuerzas.

Yo ya no voy a necesitar más el calor, lo cambio por un folio. Solo quiero matar el tiempo, pero no voy a esperar. Porque cuando todos duermen, aquí estoy yo, moviendo las realidades, planeando quemar un autobús escolar. Es coña, pero que os den, no me paso las noches en vela por nada en especial, solo lo hago porque no puedo dormir, no existe brillo en lo que hago, no hay porqués, ni objetivos. Las palabras vacías son la carnaza de los débiles como yo. Y yo, no quiero volver a describir un mundo sin humo. Porque de verdad que pienso que yo realmente lo vendía.

No regalaré la acidez de mi saliva nunca más. Ni tampoco mi sonrisa. Y ni mucho menos mis sentimientos. Sólo te daré alquitrán y palabrotas. Seguiré tirando piedras al mar, pero no volveré a bucear a por ellas como siempre. Las dejaré en el fondo del océano, perdidas en el azul siniestro del olvido y el desinterés. No insistas, no voy a quemarme porque jamás me acercaré al fuego otra vez. Voy a jugar con los sentimientos del resto y hacer como que me importan, para luego abandonarlos a su suerte en una gasolinera.

Yo, y luego el resto de lo que existe.

Me gustan los colores tristes, la palidez de la piel, las conversaciones estúpidas, el odio. Me codearé con la estupidez y la ignorancia, el placer insulso se convertirá en mi Dios, y el dinero que pueda robar de mi futuro, mi religión.

Los sueños se me apagan.

Empiezo a ser infiel al mundo en el que he crecido, leyendo cómics en mi cama. Tinta roja sobre un fondo blanco y negro, como Frank Miller. Voy a borrar las letras de mi vida. Y sí, volveré, pero sin que me importe, sin llegar a querer tocar el cielo o dibujar una sonrisa, porque todo eso se acabó. Y el mundo y sus injusticias, y los genocidios, el hambre, la falta de medios o la educación, ya no van a ser parte de mis pensamientos, sólo yo, y mi mugre, solo la suciedad de mi cerebro.

Vais a quedaros en un segundo plano, como el cámara de bangbross.