Revista Diario

Si hay próxima vez.

Publicado el 19 agosto 2016 por Belisalucha @BelisaLucha

Si hay proxima vez


Teníamos una relación de varios meses en la que pasábamos tiempo conversando o besándonos y tocándonos, disfrutando de nuestros cuerpos en el asiento posterior de su coche.

Nuestros encuentros en el coche estaban aderezados por un intenso erotismo, nos masturbarnos el uno al otro de todas las formas posible y el hecho de hacer algo prohibido hacia mucho más excitantes y satisfactorios nuestros encuentros.

Un día, al fin, después de varios encuentros decidimos ir a un motel para hacer el amor tranquilamente, sin la incomodidad del coche.

Fue un encuentro intenso con momentos de frustacion por parte de él. Los dos estábamos nerviosos ante una situación que no habíamos tenido antes. Teníamos muchos deseos de hacer el amor desnudos y sin miedo a que nos pillaran y al  principio le costó tener una erección y cuando intentaba penetrarme, su erección cedía y no podía mantenerla.

Seguimos con juegos amorosos y besos intensos llenos de deseo y después de un rato su erección me hizo disfrutar intensamente. Hicimos el amor como locos durante el largo rato que permanecimos en la habitación en la que estábamos, dos o tres horas, no recuerdo el tiempo exacto. Teníamos hambre y decidimos salir a comer algo.

Él me dijo que la próxima vez traería algo para picar porque lo que ofrecían en el motel no le gustaba y hacer el amor le daba un hambre voraz. Inmediatamente supuse que había estamos antes con otras chicas. Sentí una fría sensación de miedo en mi espalda. Los celos hicieron su entrada.

¿Con cuantas ha hecho lo mismo?, ¿ha cuantas ha traído aquí y le ha hecho el amor igual? Me quedé pensando un poco y casi sin pensar ni saber a ciencia cierta lo que decía, le dije:

– Bueno, si hay próxima vez.

El me miro intrigado y un poco desconcertado, pero no dijo nada. Nos vestimos, salimos y fuimos a comer y tomar unas copas.

La mañana siguiente, muy temprano, me llamo y me dijo que había dormido muy mal, pensando en lo que le había dicho, no podía entender que con lo bien que la habíamos pasado juntos había puesto en duda que nos pudiéramos encontrar de nuevo. Solo de pensar en lo sucedido deseaba volver a encontrarnos de nuevo en el motel.

Sonreí y al recordar todo mi cuerpo se estremecía de placer. respondí.

-Duerme tranquilo, fueron los celos, tendremos una próxima vez y muchas más. Dormirás como un ángel.

Firma3


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