Revista Diario

Si imitaramos al cine

Publicado el 30 noviembre 2014 por Izzavit

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La vida está formada por situaciones e instantes que podemos disfrutar, construir, y cambiar  convirtiéndonos en agentes positivos que hacen la diferencia.

Si imitaramos al cine
Sophie y  las cartas a Julieta, agente de cambios
   No soy crítica de cine ni mucho menos, pero después de ver la película “Cartas a Julieta” sentí la necesidad de escribir acerca de esta hermosa historia.
   Basada en el libro de Lise y Ceil Friedman, este largometraje nos cuenta básicamente el amor entre cuatro personas: Sophie (la protagonista principal) y Charlie un abogado inglés, así como el de la encantadora pareja formada por Claire Smith y Lorenzo Bartolini. 
   Sophie conoce a las “secretarias de Julieta”, luego de emprender un viaje a Verona con su prometido Víctor, estas mujeres se encargan de responder todas las cartas que se dejan en el muro de la casa de Julieta, así ella descubre una misiva que Claire escribió hace 50 años a propósito de su romance con Lorenzo, la consigue luego que se cae un ladrillo del muro, y decide responderle a Claire instándola a que busque a su amor Lorenzo Bartolini.
   Charlie, quien es el nieto de Claire, conoce a la protagonista luego que su abuela decide ir a Verona a buscar a Lorenzo, el incrédulo Charlie se mantiene en contra de esto, hasta que se produce el encuentro entre Claire y Lorenzo, dándose cuenta que hay amores que pueden perdurar en el tiempo. En el trascurso de esta búsqueda descubre también que está enamorado de Sophie, quien termina con su novio para estar con Charlie, así es como los cuatro  terminan juntos.
   La protagonista interpretada por Amanda Seyfried, es en quien deseo concentrarme en esta ocasión, por las cualidades que presenta el personaje.
   A mi parecer la película tiene un hermoso mensaje de amor, después de tanto tiempo y gracias a la intervención oportuna de Sophie, esta pareja por fin puede reunirse.
   Esto me remite a esa clase de personas que como el personaje se sienten impulsados a ayudar a otros, con ayudar me refiero a hacerlo desinteresadamente, cada día vemos menos personas así, tal parece que nuestra sociedad está llena de gente que sólo están dispuestas a hacer “lo mínimo”, y dan un poco más si pueden lograr algo, es decir que su ayuda es condicional.
   Aunque es un cuestionamiento duro, resulta muy verdadero en esta época de individualismo, por supuesto que siempre existen excepciones, son todos los que están dispuestos a ayudarte más allá de “lo normal”, rompen los estándares de ayuda que todos inconscientemente hemos asimilado.
   Afortunadamente conozco a muchas personas así, y es que no necesitamos escaparnos a Verona, la Toscana o la Riviera francesa para tener un encuentro especial, o hacer algo realmente maravilloso por alguien.
   Es por eso que me gusta el personaje de Sophie, obviamente en parte porque es escritora, pero principalmente debido a esa iniciativa suya, que genera una reacción en cadena capaz de cambiar la vida de muchos, obviamente de Lorenzo y Claire, pero también del incrédulo Charlie, quien “no cree en los finales felices”, así como de todos aquellos que tienen la fortuna de encontrarse con la simpática y dulce protagonista.
   Aunque, tal vez nuestros aportes no sean tan obvios y trascendentes como los del personaje, podemos sin lugar a dudas generar muchos cambios en la vida de otros… quizá nunca sabremos hasta donde llegue esa cadena, o tal vez sí, pero lo importante es nuestra intención de ser agentes transformadores de ambientes y situaciones, ir lejos de lo obvio, y de nuestras comodidades, saltar los muros, actuar sin esperar nada, sin sentirnos ofendidos, no prestes atención a si te tomaron o no en cuenta, o si valoraron lo que hiciste, simplemente hagamos algo diferente y auténtico.
   Y finalmente, los dejo con una hermosa frase de la película:
Claire lee la carta de Sophie: “Querida Claire: Si y Hubiera son las dos palabras menos amenazadoras que existen. Pero, puestas una después de la otra tienen el poder de atormentarte por el resto de tu vida: Si hubiera…”

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