Revista Literatura

Sobre diálogos

Publicado el 06 febrero 2013 por Missw @NeloSoriarti
Sobre diálogosUno de los elementos que más me gustan de la escritura, son los diálogos. Son los momentos en los que los personajes que hemos aprendido a adorar, que hemos visto nacer y que hemos desarrollado en nuestras cabecitas, hablan con su propia voz, expresan directamente lo que piensan o lo que sienten y son capaces, a veces, de darle la vuelta todo un argumento sin quererlo. Muchas veces hablan lo que quieren y dicen lo que les apetece, y a veces son incontrolables. Los momentos en los que los personajes hablan son momentos mágicos, es verdad, pero hay que tener en cuenta que también tienen sus peligros, sus cosas malas y sus errores comunes.
No suelo planear mucho el trabajo previo sobre los diálogos. Dejo que tal y como la historia fluye, fluyan las conversaciones entre los personajes, pero si tuviera que guiarme por unas pautas, serían estas:
1. A cada personaje, su propia voz:La manera en la que cada persona habla, dice mucho de cómo es esa persona. Por tanto, está bien que pensemos, a la hora de escribir diálogos, en cómo hablan nuestros personajes e intentar introducir en sus diálogos rasgos que les caractericen. Si un personaje dice muchos tacos, es un rasgo; si un personaje habla siempre muy bajo; es un rasgo; como es un rasgo el cómo se defiende, el cuánto sabe de algo de lo que se hable, su pasado o incluso sus ideología, puede influir en un diálogo. Lo importante es diferenciar las voces de cada personaje y desarrollarlas de acuerdo con su personalidad. Esto es más fácil de conseguir de lo que parece, basta con elegir las palabras adecuadas y, si queréis, leer el diálogo en voz alta, para ver qué resultado da.
2. Conversaciones de besugos:Es cierto que en la vida real mantenemos muchas conversaciones de besugos, o diálogos de ascensor, en los que se habla pero no se dice nada. Sin embargo, no creo que ese tipo de conversaciones sean fructíferas en una novela que, se supone, va a leer un lector. Que los personajes hablen de cosas superficiales y sin importancia, suele atraer menos que si hablan de cosas importantes. OJO: quizá "el guión" exija alguna de esas conversaciones, cuando dos personajes se acaban de conocer o cuando se cruzan y la timidez les impide hablar de otra cosa, o simplemente, como pasa en la vida real, cuando es necesario acabar con un silencio violento. Sin embargo, abusar de estos diálogos de ascensor en los que se tratan temas como el tiempo que hace, la hora que es, lo que tarda el autobús o que el cielo es azul, suele provocar que el lector se aburra.
3. Marcar los silencios:Estar metidos en un diálogo en el que interactúan dos o más personajes, que están diciendo cosas importantes y claves para la historia y que están explayándose y sacando a la luz sus personalidades, no es excusa para ponerlo todo seguido sin que apenas les dé tiempo a respirar. Un silencio que se forma después de una frase que sentencia una opinión, otro que se forma porque al personaje al que le han pedido que hable está pensativo, o el silencio que se produce cuando dos personajes se encaran en una disputa y de pronto ya no tienen nada más que decirse, son importantes. ¿Por qué? Porque da tiempo a describir los gestos, las miradas u otras cosas que el lector debe percibir para darle más o menos realismo/dramatismo a la escena; y porque no queda tan atropellado y da sensación de diálogo cuidado.
4. Hay verbos más allá de "decir":Cuando queremos marcar quién habla, el error frecuente, sobre todo cuando empezamos, es poner todo el rato: dijo X, dijo Y, dijo Z... Pero además de que queda feo, es repetitivo, y teniendo a mano un diccionario de sinónimos esto no tiene por qué pasar. Primero, porque no siempre es necesario identificar a quien acaba de hablar, porque en muchas ocasiones, se sobreentiende (sobre todo si en una escena mantienen un diálogo dos personas. Son sólo dos y suelen alternar el turno de palabra). Segundo, porque no es lo mismo decir, que gritar, que preguntar, que susurrar, que murmurar, que apelar, que espetar, que protestar... Y dependiendo del carácter del personaje, de la importancia de la conversación y del estado de ánimo en ese momento, puede que no solo se limite a decir algo, por lo que el verbo "decir" se suele quedar corto, sobre todo si hay que expresar reacciones emocionales. 
¿Y a vosotros? ¿Qué tal se os da escribir diálogos?

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