Revista Diario

Sobre el qué dirán los demás

Publicado el 18 noviembre 2011 por Internautabipolar

Hay veces en la vida en que llegamos a ser conscientes de que nuestra felicidad no debería depender de otras personas sino que nuestra principal fuente de dicha debería residir en nosotros mismos. Puede que esta conciencia nos llegue después de una pérdida, de una relación conflictiva, de un desengaño o de un diagnóstico médico.
Nos damos cuenta entonces de que no hemos sido del todo independientes emocionalmente y nos preguntamos como podríamos liberarnos de esas ataduras emocionales.

Voy a contar la historia que leí ya hace tiempo y que viene muy bien para aconsejar a todas estas personas. Trata de un hombre, su hijo y un asno.
El cuento dice así:

“Un hombre y su hijo adolescente se dirigían al mercado. El trayecto era largo de modo que el hombre iba a lomos de su asno, mientras que el hijo andaba a su lado. En el camino se cruzaban con mucha gente y no tardaban en oír como algunos murmuraban: ¡Mirad que hombre más egoísta: va montado en ese asno y su pobre hijo tiene que ir andando!. El padre se sintió molesto por esos comentarios y cedió de inmediato su sitio al hijo.

Prosiguieron su camino, pero al cabo de un rato, se cruzaron con otros caminantes que dijeron: ¡Que niño más malcriado deja que su padre camine mientras que él va sentado en el asno!.

fábula_del_asno

Fábula del Asno

Esta historia refleja un tipo de dependencia emocional, la determinación de nuestros actos en función de las opiniones de los demás, ya sean reales o supuestas.¿Cuántas veces nos preocupamos por lo que los otros piensan o pueden estar pensando de nosotros?
.
Ante esta situación hay que recordar que los demás en la mayoría de los casos demasiado ocupados están en pensar en ellos mismos, como para pensar en nosotros. Y en caso de que nos estén juzgando deberíamos comprender que si nos valoramos negativamente por actuar o pensar de modo diferente es quizás en un intento por justificar sus propias actitudes y acciones.
Así en la historia del asno, los transeúntes, en vez de ocuparse de sus asuntos de dedican a juzgar las inocentes acciones del padre y su hijo, queriendo parecer más listos o más justos moralmente.

Está claro que nadie por más capacidad de empatía que tenga puede sentir nuestras circunstancias del mismo modo en que las experimentamos nosotros. Sin embargo siempre que nos sentimos juzgados, dudamos de nosotros mismos, porque llegamos a creer que los otros pueden actuar de una forma más inteligente, más productiva o más justa. El germen de esa duda tiene sus raíces en la dependencia emocional.

autoestima

Autoestima

¿Es que quizás solo estamos satisfechos de nosotros mismos si alguien nos expresa su aprobación o admiración?No cabe duda de que la aprobación debe venir en primer lugar y sobre todo de nosotros mismos y de que la autoestima de los demás debe ser secundaria.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Internautabipolar 49 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas