Revista Diario

Sobre los coches

Publicado el 08 diciembre 2018 por Anamarinosa
Me he peleado con uno de mi barrio de aquí por el coche, y se me ha olvidado contarlo. Fue una cosilla de esas de "tú a mi coche no le haces una foto" que pasan a veces. Yo, a pesar de ser macarra titulada, soy muy floja y pasé un poco de miedo. Tenía que haber dicho tres veces la palabra policía en mitad de la pelea, tipo Bitelchus Bitelchus Bitelchus, y todo hubiera terminado antes. No se me ocurrió.
Es que yo soy de Madrid, y en Madrid somos muy de aparcar al toque: tiras para alante, pum, atrás, pum, punto muerto y para casa, me creí que aquí es igual. En mi descarga debo decir que llevaba las pertinentes doce horas fuera de casa, venía con la compra, el máster que estoy haciendo de la UNED me va a matar, veo mal de noche, y no tengo edad para según que cosas.
Total, que le doy un toquecito al coche de uno de mi bloque y tan pichi. Quito el contacto, salgo del coche y mala suerte: estaba pasando por delante le hermano del dueño del coche. Que le has dado, que no le he hecho nada, ya pero le has dado, ya, pero no le he hecho nada. Y así un rato.
El tipo latino se quedó un poco flipado cuando vio a una mujer con apariencia de gringa hablando en español de España, y yo me quedé con la mosca detrás de la oreja. Me puse un poco atacada, saqué mi coche, lo aparqué en otra plaza, y le hice una foto a la matrícula del otro coche por si me la querían jugar.
No hago más que meterme el móvil en el bolsillo y veo a una tipa en una de las ventanas de mi bloque que se pone a pegarme voces como una loca en algo medio inglés medio español que daba grima. Que no le hagas fotos al coche de mi cuñado, que a ver si bajo y te atreves a hacerle otra foto, que algo malo habrás hecho cuando le haces fotos a un coche que no es el tuyo, que la vamos a tener.  Y otras cosas que supongo que eran malas porque sonaban a cabreo. Yo debajo de la ventana, con la boca abierta, maldiciendo mi suerte y con las bolsas de la compra en la mano (literal).
Subo a casa, dejo la compra, se lo cuento a mi Jorge que estaba medio dormido y decido bajar yo sola a enfrentarme a una muerte segura. Es lo de macarra titulada, que me pierde a veces. Luego nos dimos cuenta de que no pasó nada porque además de ser macarra titulada sé hacerme muy bien la rubia tonta. Eso funciona igual de bien a los dos lados del océano: yo creo que si mi Jorge se hubiera puesto en plan "a mi señora tú no la gritas" hubiéramos acabado fatal.
Salgo del portal y lo primero que veo es al dueño del coche paseo arriba paseo abajo preparado para atacar. Qué pasa (digo, para romper el hielo), pues que va a pasar (responde), que le has hecho una foto a mi coche (otra vez), y a mi coche no se le hacen fotos. Yo hiperventilo y saco mi voz de mujer débil: mira, es que le he dado un toquecito y me he puesto muy nerviosa. Te pido disculpas, no le he hecho nada al coche, y como soy muy buena ahora mismo borro la foto para que no pienses que voy a hacerle algo a tu coche justo delante del bloque en el que vivo.
Ya, pero es que le has hecho una foto y encima has aparcado en otro sitio, y eso es que algo tienes que ocultar. Que si tú no has hecho nada no aparcas en otro sitio, que eso es que algo habrás hecho, que da igual que el coche esté perfecto, que algo ha pasado y no sé qué es y me estoy mosqueando.
Vuelta la burra al trigo durante más de diez minutos, que los conté. Yo tirando de recursos de rubia tonta y él buscando hueco. Me mantuve firme y yo creo que cuando le dije que lo sentía la vez número cuarenta y dos se ablandó un poco. Nos dimos la mano en señal de aquí no ha pasado nada y tiramos cada uno por nuestro lado.
Al día siguiente mi coche estaba intacto y el suyo también, todo hay que decirlo. Por si acaso ahora aparco siempre en batería, que aquí nunca se sabe quién lleva pistola y eso es fatal.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Anamarinosa 228 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas