Sobre religión

Yo creo que el universo me está mandando señales para que crea en algo. Ayer llamaron a la puerta dos testigas de Jehová a las nueve de la noche y mi Jorge les dijo con cara de pena que no le interesaba escuchar la palabra de Dios, y que le preguntaran al vecino a ver si eso. Lo decía con el mismo tono con el que se da el pésame en el tanatorio, así que me dio un ataque de risa de esos que se oyen y quedó la cosa rara.
Mi Jorge es muy educado para estas situaciones y no le cierra la puerta en las narices a casi nadie. Pero yo no, yo soy muy burra y muy atea: las nueve de la noche aquí es tarde tardísimo, yo no hubiera tenido contemplaciones.
El caso es que el otro día me encontré el panfleto de la foto en el parabrisas del coche y desde entonces le estoy dando vueltas. Me llamó la atención el final del texto, porque parecía una cosa de esas de elige tu propia aventura en la que según elegías tenías que ir a una página o a otra. Y me entró curiosidad.
La cosa está entre "confiar en Jesús como tu Salvador" o "rechazar a Jesús y seguir tu camino". Si te mola confiar se lo tienes que contar por escrito a "Fellowship Tract League", que son los que firman el panfleto. La página web que tienen estos pavos me ha parecido de lo más surrealista: creo entender que proporcionan panfletos gratis en español y en inglés, para que te los descargues en PDF o en Flash y los uses como te venga en gana. Todo gratis, porque los panfletos te los da el Señor. Las fotos son para verlas, pincha aquí y dime si exagero.
Esta gente hace unas cosas muy raras con Internet, se ve que son mucho de maquinar y no tienen tantos remilgos como nosotros en mezclar churras con merinas. Aquí lo de la religión es como un club social al que vas para hacer amigos, y estos tíos son los reyes del marketing para todo.
Que no digo yo que no se trate de creer, pero no es tanto la religión como la iglesia, entendido como el edificio al que vas y la gente con la que te relacionas. Hay mil iglesias diferentes cada 10 metros, y todas en los lugares más insospechados. Hace dos meses cerraron la tienda de los veinte duros a la que íbamos, y en su lugar han abierto una iglesia de los hijos de no sé qué. Y luego van dos niños del cole de once años y me dicen hace unos días que se han salido de la clase de música con el permiso de sus padres: los otros críos están escuchando villancicos, y como ellos no tienen religión ni creen en nada no pueden escucharlos. También me parece normal.
Hoy vengo y me encuentro en el quicio de la puerta la tarjeta de la curandera Silvia, que me dice amablemente que "Siente usted depresion, impotencia y deficiencia sexual acoholismo, nervios, angustia, mala suerte. Rompa las cadenas que lo atan al mal. Llamenos hoy y no pague nada hasta no ver resultados efectivos". Todo ello literal, que te pueden pasar muchas cosas malas a la vez y ella te ayuda fijo.
En el fondo todo esto me da mucha envidia, porque ya me gustaría a mí creer en algo así en bloque, pero no me da por ahí. En mi barrio de Madrid me encuentro en el parabrisas anuncios de "se compra casa", "se vende coche", "señoritas jóvenes" y eso le quita caché al asunto porque si tú quieres ir a la iglesia casi que solo tienes una, y no sé yo si allí se hace tanta pandilla. Que igual me equivoco, que yo me borré hace tiempo y no retengo.
Lo mejor mi Jorge, que anda medio flipado. Ha descubierto que Jim Henson (el de Los Teleñecos) se graduó en el instituto al que suele ir de sustituto; eso le parece que le da glamour al curro y va hasta más contento a trabajar. Eso también es otro tipo de religión, a mí que no me digan. Pero al final es cada loco con su tema, yo incluida.