Sobredosis de Rock and Roll

Alimentarse a base de imaginación. Un amor que deja de ser platónico para volverse real. Él y su guitarra, su guitarra y él. Más que un simple acorde, fue un comienzo especial. Un sombrero mágico. Un dos por uno. Sobredosis de rock and roll. Luna sonriente. Noche incompleta la de aquél frío y a la vez cálido sábado de Marzo. Me faltabas tú. "Nada que decir, nada que sentir, nada que podamos recordar por la mañana". Canciones especiales. Tener ganas de llorar, reír, cantar, saltar y gritar simultáneamente. Un cosquilleo recorre mi cuerpo. "Y quiero contarte que anhelo tu boca, que te necesito, que no puedo a solas, que no soy tan grande como te decía. Me escondo en mi mundo...". La voz del cantante acariciando tus oídos. Solos de guitarra. Embobarme con las manos del guitarrista, y que él mismo me baje de mi nube para traerme de vuelta al mundo real. Sensaciones imposibles de describir. Besos de esos que suenan. Dar saltos sin parar. "Hoy me dejaré la voz, intentándote decir, que aunque el mundo está cambiando voy a hacerte sonreír".