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Stanford Ovshinsky "’El cambio climático es irreversible"

Publicado el 30 diciembre 2009 por Energeticafutura
Stanford Ovshinsky
Stanford Ovshinsky ha obtenido 400 patentes y tiene más de 300 publicaciones científicas que avalan su notable carrera como científico e inventor. En el último tiempo ha estado abocado a lograr que la tecnología solar tenga un costo menor que el de los combustibles fósiles.
Es probable que el nombre de Stanford Ovshinsky (86) no diga mucho en estas latitudes, pese a que ha sido calificado como el Thomas Alva Edison de nuestra época, debido a los fundamentales aportes que ha hecho a la industria energética, tecnológica y de comunicaciones, a lo largo de toda su carrera como científico e inventor.
Su pelo cano y su hablar pausado son una seña obvia del paso del tiempo, pero las más de 400 patentes que ha obtenido por sus distintas creaciones, y que ha vendido a distintas industrias, además de sus más de 300 publicaciones científicas, hablan con creces de una notable carrera de cuatro décadas que, lamentablemente, en estas latitudes ha pasado un poco inadvertida.
Al igual que su compatriota Edison, Ovshinsky es hijo de inmigrantes y nació en Ohio, Estados Unidos, donde tuvo sus primeros acercamientos a la ciencia a través de los libros de una biblioteca pública. En la década de 1950, abrió el campo de la ciencia a los materiales químicos amorfos y desordenados, de los que se creía que tenían escasas propiedades conductivas, pero que gracias a sus investigaciones le permitieron revolucionar varias industrias.
Entre los más importantes inventos de Ovshinsky destacan los paneles solares de películas delgadas flexibles; las baterías de hidruro de níquel-metal, que impulsan casi todos los vehículos híbridos que se venden hoy día; desarrolló el almacenamiento de hidrógeno en estado sólido y la memoria de cambio de fase, ésta última, que ha sido ampliamente utilizada en computadores portátiles, cámaras digitales y teléfonos celulares.
La generación de energía, a partir de fuentes limpias, para evitar la dependencia de los combustibles fósiles, debido a sus graves efectos en el medioambiente, ha sido una de sus principales motivaciones. Porque no es sólo el interés en la ciencia lo que ha movido su carrera: sus fuertes convicciones sociales han sido un pilar fundamental. “No tiene sentido investigar, si no eres capaz de hacer algo. No quiero criticar solamente, yo quiero hacer algo al respecto y dar soluciones”, afirma.
El comienzo de todo.
“Lo que he hecho es crear una industria para mejorar los problemas, y al mismo tiempo crear una nueva industria para dar mejores empleos a las personas”, resume. Y agrega que junto a su esposa Iris, tuvieron suerte porque “vimos que había una tecnología disponible, y pudimos masificarla”.
Ovshinsky no tuvo educación universitaria, y toda su formación ha sido autodidacta. Antes de graduarse de la escuela trabajó como fabricante de herramientas y maquinista en varias tiendas automotrices. Después de un tiempo, decidió establecer su propia compañía, donde desarrolló y patentó su primer invento, un torno automático de alta velocidad.
Continuó sus estudios y reunió distintas investigaciones para ejecutar su trabajo con los materiales amorfos. En 1964, junto a Iris -con quien trabajó codo a codo por más 40 años, hasta antes de su muerte en 2006- funda Energy Conversion Device (ECD Ovonics), una compañía que comenzó a crecer por la venta de licencias y el desarrollo de las baterías de hidruro metal.
ECD Ovonics tiene hoy tres áreas de trabajo: generación de energía, almacenamiento de energía y tecnologías de la información, además de una serie de filiales y empresas conjuntas con otras firmas, las que han permitido que ECD Ovonics se haya masificado.

La energía del sol.
Ya desde la década de 1960 que Stanford Ovshinsky criticaba la excesiva dependencia hacia los combustibles fósiles y la crisi que el petróleo podría generar. “La madera y el petróleo contaminaban desde siempre, y eso ya era evidente”, recuerda, y destaca que para nadie es un misterio que “el petróleo ha significado guerras y disputas”.
Es por ello que ha promovido con fuerza el desarrollo de la energía y la producción de hidrógeno para abastecer de energía al mundo. “La energía solar es un aporte mucho más fuerte”, asegura Ovshinsky, que tras años de estudios decidió dedicarse exclusivamente a continuar con su desarrollo.
Después de la muerte de Iris, fundó Ovshinsky Innovation y luego Ovshinsky Solar –las últimas unidades de la compañía-, con las que busca alcanzar el objetivo de hacer que la tecnología solar tenga un costo menor que el de los combustibles fósiles. United Solar, la unida de energía solar de ECD Ovonic, ya cuenta con máquinas que son capaces de crear paneles solares que pueden producir 30 megavatios de potencia.
En la actualidad, el experto explica que “existe una mayor conciencia porque el cambio climático es irreversible; la comunidad científica lo sabe hace muchos años”. Y resalta que ya “no hay vuelta atrás. Hace 10 años se discutía aún sobre el calentamiento global, pero hoy hay consenso de que el daño es mayúsculo”.
Sin embargo, pese a lo catastrófico que puede sonar al panorama, Ovshinsky estima que el calentamiento global plantea una oportunidad para desarrollar una nueva industria, y que de ésta puedan originarse también nuevos y mejores empleos.
Durante octubre, el científico estuvo en Chile, en el marco de la Semana de Energía Renovables, como invitado de la Fundación Imagen País, y tras conocer el desierto de Atacama, el más árido del planeta, auguró que el país podría convertirse en un “líder en energía solar”: “Chile puede ser parte de la solución. Tiene sol, mucho desierto y mucho potencial. Para un país que vive de la industria de la minería, del cobre específicamente, existe una reconversión posible”, destacó el inventor.
Fuente: America Economia

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