También sufro por ti…

A ratos también siento dolor, mi Hada! Cuando solo pienso en ti, en vez de solo sentirte en mi corazón, me entristezco y te encuentro a faltar! Son mis momentos de sombra, en los que encuentro a faltar tu luz! Cuando paseo sólo u oigo tu música, cuando veo una flor amarilla, cuando contemplo una puesta de sol, ante cada nueva luna llena que llega o cuando imagino tus ojos, esos que nunca ví! ¿O tal vez sufro porque aún siento esperanza y, a ratos, pierdo la paciencia ante el fluir de la vida? Entonces mi mente desesperada y asustadiza me asalta con miles de escenas y sufrimientos padecidos antes por mí en mi historia, invitándome a que pierda mi confianza en mí, en ti y en esta vida… para que me olvide de ti! Porque, no olvides que a nadie le gusta sufrir, sobre todo si uno ha tomado la firme decisión de no volver a sufrir inutilmente y, en cambio, optar siempre que sea posible por ser feliz! Y, aunque es verdad que mi decisión hoy está basada en mi amor por ti, para ser felices por fin juntos en lo que nos quede de vida, también me dice hoy mi corazón que debo aprender a confiar en la vida, pues nos traerá lo mejor para nosotros y en el momento más adecuado, solo hay que dejarla fluir! No volver a desconfiar en la vida, como hasta ahora, pensando que solo nos trajo sufrimiento e infelicidad, aunque intentara no arriesgarme, no sentir lo que sentía o evitar las situaciones que pudiéran escaparse a mi control. Pero, en el pasado, todo eso nunca antes me hizo feliz!

Hoy acepto ya la vida como viene, con sus momentos de felicidad y de infelicidad! Mi felicidad hoy viene de la mano de tu presencia permanente en mi corazón y del amor que siento por ti! Mi infelicidad, en cambio, la siento cuando no te tengo aquí, conmigo o cuando desconfío en nuestro amor! En mi mente puede haber tristeza, mientras en mi corazón sigues estando tú y siempre hay felicidad! Pero, cuando soy firme ante los designios de mi Alma, siempre elijo mi felicidad, te elijo a ti, Hada Mágica! En todo caso, si me lo permites, mi Hada, ahora ya comparto contigo mi amor eterno y mi dolor temporal, es decir, todo lo que hay en mi corazón, a cada momento! Pero, aunque prefiero compartir mi amor, es verdad que, en ciertos momentos de confusión, es difícil no dejarse arrastrar por los vociferios de mi mente inquieta o las opiniones de los demás, que me llevan a sentirme desdichado y triste, resistiéndome inutilmente a aceptar la cruda realidad de tu ausencia! Pero sentir felicidad o sufrir son también opciones libres en un momento a dado… como lo es confiar o no que la vida misma favorecerá nuestro reencuentro para compartir nuestro amor y vivir nuestra felicidad, como deseamos y merecemos! Quizás no tengo derecho a sentirlo y no debería decirlo, pero hoy siento que tu felicidad plena está junto a mí…

Cuando sufro, sufro porque soy humano, nada más! Aunque ya sabes que, cada día más y como te he dicho antes, intento seguir mi Alma, donde siempre hay paz y amor! Pero sufro en ciertos momentos de oscuridad, cada vez que buceo en mi pasado, cuando no acepto mi realidad o cuando renuncio a lo que soy y siento! Sufrir es inevitable, pero nos hace ser conscientes de lo que somos y sentimos, nos despierta al ahora de nuestro corazón! Y no quiero convertir mi sufrimiento en un hábito más en mi vida y que la tristeza en mi corazón ocupe el lugar de mi amor por tí, Hada Mágica! Nadie me ha preguntado si deseo sufrir o sentirte sufrir a distancia, recuerda que a nadie le gusta sufrir o ver sufrir a quien se ama! El sufrimiento es humano e inevitable… ante el posible desamor, la ausencia, la muerte propia o ajena, el abandono, ante el miedo a lo desconocido… o a lo ya vivido! Quizás sufrir es vivir… pero vivir no es solo sufrir!

Pero déjame sufrir si es para no perder la esperanza… si con ello sigue vivo mi corazón, en el que está tu amor! Aunque me invitaras a dejar de sufrir olvidándote, olvidándolo todo, escapándome hacia otra realidad irreal, fugaz o ajena, prefiero sufrir por ti, mi Hada! El sufrimiento con sentido propio se siente diferente… y, en todo caso, no dura para siempre! El sufrimiento, como el mismo amor, está ahora en mi corazón, teniéndote tan lejos de mi! Y crece cuando, en algunos momentos, me recreo en él, cuando dejo a mi cabeza divagar, buscar razones donde no las hay, en busca de la serenidad inalcanzable o ante solo la cruda realidad que ven mis ojos… Mi momentáneo dolor hoy ante tu ausencia es un sentimiento tan intenso, como lo es mi amor por ti! Ambos nacen en el mismo corazón!

Quizás por eso, bajo el sufrimiento y el dolor, siempre hay también mucho amor! Y yo quiero amar! A la vida, al amor, a ti, a mí mismo, aunque antes, algunas veces, quizás deba sentir también algo de dolor… como lo es un parto a la nueva vida! Déjame sentirlo intensamente tal como viene, pues también es parte de mí y está ahora en mi corazón! Si niego mi dolor, crecerá aún más en las sombras de mi corazón! Si lo intento evitar, se quedará para siempre en mi corazón y quizás entristecerá mi Alma y mi vida! Y, en cambio, si lo miro de cara y lo siento tal como es, mis propias lágrimas aclararán mi vista ante la verdad, ablandarán de nuevo mi corazón y podré sentir de nuevo el amor que siempre hay detrás!

Sufro cuando sufro, ni un segundo más! No me recreo en la presunta injusticia o en la culpa! No me gusta compadecerme de mí mismo, ni intento culparte a ti o a la vida! Todo eso dilataría el dolor en el tiempo, haciéndolo perenne en mi vida o haciéndome sentir victima de algo o de alguien más, que no sea yo! Cuando me siento triste porque no estás aquí conmigo en la realidad, es porque dejo que mi mente me domine y me invite a sentir el desamor o a poner en marcha ese instinto de supervivencia que solo intenta hacerme olvidar, trayéndome de nuevo la infelicidad. Si lo siento, no quiero huir del dolor! Porque me permite buscarte y encontrarte donde en realidad lo siento y te siento, que es en mi propio corazón!

Mis noches de soledad sin ti, mis momentos vagabundeando solo y en silencio por la ciudad, el campo o frente al mar en tu ausencia, mis noches de luna llena pero vacía sin ti, mis amaneceres sin tenerte a mi lado… todo se agolpa en mi corazón y me ponen triste, me hacen sufrir, hoy! Quizás no sabré siempre reconocer el dolor o no quiera hacerlo porque no crea que sea el momento adecuado… e intentaré erroneamente buscarle un sentido, como la nostalgia o mis razones sin razón, pero no me harán dejar de sufrir durante el silencio y la soledad! Pero, mi Hada, hoy no puedo creer en la nostalgia de lo que nunca fue más que un maravilloso sueño compartido por ambos, sin llegar a hacerse realidad! No es nostalgia, no! Solo estoy sintiendo mi dolor por ti, hoy… por tu

amor y por no vivirlo aún cada día, junto a ti! Vendrá tal vez disfrazado de tristeza en mi mirada o en mis palabras, de irascibilidad o de mal genio repentino, de gestos equívocos… pero bajo cada uno de ellos, siempre estará mi dolor de corazón ahora… y mi verdadero amor!

Pero quizás sean mis propias lágrimas de dolor las que destapen el velo de mis ojos, clarifiquen mi mirada y me hagan volver al corazon, donde siempre estás tú, junto a mi paz y mi amor del Alma! Y mi corazón solo sabe sentirte, hoy! Por eso, mientras no pueda ver tu mirada de amor frente la mía, quiero seguir mirando mi dolor siempre de cara, hasta que desaparezca de mi corazón y en él ya solo vea tu amor, aunque sea en la distancia! Porque sé que hoy, bajo mi gran dolor de corazón momentáneo, hay un gran amor eterno… y eres tú, mi Hada Mágica! Como sé cierto que, tras la noche más oscura del Alma, llega siempre un nuevo  y lento amanecer, con luz y amor! ¿No es eso confiar en la propia vida, acaso? ¿No es confiar en nuestro amor… y en cada uno de nosotros? Al fin y al cabo, confiar es solo amar…

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