Buscaban tu calor, en vano.
Se ataba, a una vieja vida.
Yo, pedía vivir a tu lado.
Y todavía era septiembre.
Y de nadie más.
Pero sin fuerzas para morir.
Esperando que las hojas dejen de caer
Y la lluvia olvide que existe el frío.
Entonces sé, que estarás aquí o yo allí.
El tiempo no cuenta, me decías
El principio de algo.
Dormidos entre diciembre y octubre
Tu alma dará vida a mi alma y viceversa
Un día de noviembre.