Revista Diario

Te quiero... por el pan

Publicado el 16 abril 2012 por Susanam
Qué bien suena aquello de:

-Me encanta comer contigo... Qué reconfortante suena, qué gratificante.Pero este es uno de los casos en los que una persona celíaca no debe olvidar nunca precisamente eso, que es celíaca. Hay que mantener las alertas activadas. Y no es para menos. Puede haber razones ocultas tras ese elogio.La primera vez te confías, te dejas llevar por la felicidad del comentario y es entonces cuando caes en una especie de decepción irónica cuando a ese 'me encanta comer contigo' le matiza una aclaración del tipo:-... Es que me encanta el pan y como tú no te lo puedes comer, siempre tengo más cantidad.Te quiero... por el panSí, ventajas de comer fuera de casa con una persona celíaca. Pero es totalmente simbiótico: tú das ración doble de pan a tu acompañante y él te devuelve el agradecimiento alabando tus intolerancias. ¡Los 'beneficios' son mutuos!

¡Comer con una persona celíaca tiene sus ventajas!

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