Te recuerdo distinto.

"Paisaje con Reloj de Arena." Collage Formato A3. 

I
-... Pero si estás empapada!-... retiré la mano de su sexo y me dejé ir hacia atrás en la cama... me sentí deslizarme muy suave hacia el sueño... Había estado tomando ron y cerveza casi todo el día y no me sentía ni a medias en una erección decente... Sentí un presentimiento de fracaso inminente en esta primera vez que hubiera podido ser la última sin que sucediera algo entre nosotros...
-... ¿Y qué quiere decir para tí eso de que esté "empapada"?!...
-... Quiere decir que me estás esperando-... Me sonaban extrañas y distantes mis propias palabras... Sentí su boca en mi sexo y ya luego todo fue sucediendo como en una espectral sucesión de claroscuros, como si emergiera del sopor alcohólico en una sesión de diapositivas proyectadas en todos los tonos de grises y luces blancas centelleantes, intermitentes... una veces me veía a mí mismo encima de Ella; otras debajo... otras detrás... otras al frente... Pero siempre me veía a mí mismo distante, ajeno; maravillado de que todo aquello estuviera sucediendo, pero me interesaba más Ella que yo mismo; trataba de beberme la expresión de su cara; los movimientos de su cuerpo pequeño, terso, gracioso... quería grabarla en mi mente, no olvidarle jamás... y después la nada negra y el naufragio del olvido cotidiano más cercano a la muerte que de costumbre...
II
Está acostada bocabajo en aquella caprichosa zona de espera de la caseta de control de acceso a la planta de tratamiento de aguas residuales en construcción... Sí, me gusta con ropa también y mucho... siento cariño por Ella; quiero cuidar su sueño... Me duele la cabeza y tengo náuseas; apenas si dormimos y hemos tenido que salir del hotel casi amaneciendo, medio borrachos aún, para venir a trabajar a este pestilente sitio que no tiene nada que ver con el olor y el sabor de Ella que no se me despegan de la nariz y la boca que viven en mi mente... Dios mío, cómo me gusta!..., aunque algunos estiman que es demasiado blanca, que no es bonita, que tiene el pelo demasiado duro; que parece, bien vista, una Jabá... ¡Qué sabrán ellos!... y mejor así, que no la deseen; que me encuentren como que "ando comiendo del malo" ...
III
... Me mira con los ojos de mujer más pícaros que he visto, entreabre los labios y me deja ver el semen encima de su lengua..., me guiña un ojo y me pregunta, como quien habla con la boca llena: -¿Quieres un poquito?-... Um-Um, le respondo meneando la cabeza en signo negativo y sonrío... (vaya mujer esta, Dios!)... Se dirige al baño y al regresar se acurruca a mi lado y me pregunta muy tierna: -¿La próxima vez me la puedo tomar?-... No sé de dónde me subió aquel sentimiento tan perturbador y le respondo con una supuesta suavidad que seguramente no tuvo nada de suave: -No, nunca más te la voy a dar ahí sino sólo en tu sexo-... Ella no dice nada; se acurruca aún más junto a mí y nunca más volvimos a tocar el tema; pero comprendí casi de inmediato que los celos me acababan de ganar la partida; sencillamente no podía admitir que Ella se hubiera bebido ya el semen de otro o que lo fuera a hacer alguna vez en el futuro... Creo que voy a salir corriendo ahora mismo, pensé; me estoy enamorando y el papelazo no se hará esperar porque, además, soy un hombre casado... ¿Qué puede esperar esta mujer de mí y qué compañía sino ocasional puedo brindarle?!...
IV
Años después la volví a ver, de paso por su ciudad; se había casado, tenía un niño precioso... Nos miramos también como de pasada a los ojos y pusimos la mejor cara de gentes casi felices con aquel pedacito de vida que nos tocó vivir alguna remota vez, en prenda... Pero ¿cuántas cosas quedaron pendientes para siempre entre nosotros?..., tampoco puedo decir: "Nunca lo sabré" sino que, simplemente, ya no tiene remedio y tampoco lo digo con dolor... Llegamos tan lejos como pudimos...
Sí, ahora te recuerdo distinto.