Revista Talentos

Tú creces, yo crezco, nosotros crecemos.

Publicado el 06 octubre 2016 por Francine @diariofrancine

Tú creces, yo crezco, nosotros crecemos.
Cuando nos sentamos con mi peque, en la pequeña oficina de la psicóloga infantil. Esperaba con ansías, las impresiones que tenía para decir sobre mi hijo.

Yo, ya la había visto para firmar la autorización que le permitiría hacer un estudio sobre sus capacidades intelectuales, entre otras cosas.


El primer examen dio un buen escore*, y de 52 preguntas, obtuvo 49 correctas. Pero el cuestión no era esa. Digamos, que la idea era m
ás bien dar con "el problema" y su temor para expresarse al oral con maestra y adultos, sobretodo dentro del cole.

¡Claro! No podía, explicar los 4 años de su vida y el tiempo que él necesitaba para adaptarse, encontrar su lugar y que como parte de su personalidad, en el combo hacían parte la timidez y la observación m
ás que la intervención.

El segundo examen, se basaba en dibujos y ayuda a comprender los temores de los niños. 

Pienso que dio con una gran verdad y que durante el primer año junto a Lou, pasamos una etapa difícil por eso de la depre post-parto pero vamos, no tenía que ver con él.
 Muchas lo viven y puede que la expatriación si, acentúe las circunstancias pero no la genera automáticamente. 

En fin...para terminar, llegamos a un dibujo con cabeza, piernas, toda las partes de un hombrecito pero con ojos "huevo" es decir sin iris, ni pupila, ni pestañas, ni color.


Ella me dijo, que eso significaba el vacío, la falta, bla bla bla...aunque se olvido de decir que también había olvidado, los dedos de los pies, de las manos, el pelo, etc. Pero no de se lo dije.
Durante su charla, mencionó la expatriación y el DOLOR, que podía provocar eso en mi. En definitiva la tristeza, el hecho de dejar estar mi propia tierra, lejos de mi familia ya saben, esas cosas.


Lo peor, fue que no supe que contestarle, en realidad, no quería contradecirla porque creo que todos tarde o temprano, pasamos un momento donde armarías las maletas y nos tomaríamos el primer avión, donde lloramos porque no podemos estar en un momento feliz o cuando nos necesitan, sin que ese viaje sea, una laaaaaaaarga organización. 


S
é, que a pesar de todo o de la situación por la cual nos hayamos ido, sintamos de vez en cuando, que algún día  lo mejor será nuestro país, aunque por el momento sea el que hoy, elegimos para vivir.

Como s
é también, que se puede encontrar un equilibrio poco a poco o de una, con lágrimas como cualquier ser humano pero feliz.

Un niño puede si, sentir la sensibilidad de su madre pero no se cría "triste" porque su madre viva lejos. Salvo que mamá, llore delante de él con la bandera atada al cuello por toda la casa.

 Tranquilos, no es mi caso.


Seguir leyendo...

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista