UMTTEEC (13): marzo de transición y avances

Bienvenidos, un mes más, a una nueva entrega de Un mes tachado en el calendario, esa sección de las Cartas donde analizo qué han dado de sí estos días, en qué he trabajado, etc. Seré breve echando la vista atrás, lo prometo.
Empiezo por el reto 250. El objetivo principal sigue intacto y fuerte, tanto es así que esta racha de tantos días seguidos hacía eones que no la conseguía. No he fallado todavía ni un día desde el uno de enero, aunque sea con algo mínimo siempre ha caído algo. Además, poco a poco estoy haciendo que eso de escribir a diario sea algo más que apuntar cualquier cosa, son sesiones de trabajo: reescribir algo que no me cuadre, teclear un nuevo post, seguir con Páginas de Metáforas o trabajar en cosas relacionadas con Proyecto Armonía. Así no da pereza sentarse a diario, la verdad.
Páginas de Metáforas avanza también. No lo anuncio a bombo y platillo, no escribo entradas por aquí contando mis avances como hacía antes, pero es algo en lo que trabajo. Parece que se está convirtiendo en costumbre dedicar un día a la semana, conforme se me acumulan los textos que voy escribiendo el resto de días, en pasar a limpio y corregir. No me quejo, la verdad, estoy viéndome más productiva ahora que hace unos meses, por ejemplo.

Proyecto Armonía lo retomé hace tan poco tiempo que hablar de avances reales a estas alturas es difícil. Es el momento del trabajo de fondo y es a lo que me estoy dedicando, sin más. Os explico un poco el por qué estoy ahora con este proyecto aquí.
Entre otras cosas estos días también he hablado de poesía. El pasado 21 de marzo fue el día mundial de la poesía y le dediqué una entrada en exclusiva al tema (léela aquí) porque, como el año pasado, no podía faltar mi pequeña aportación al tema en esta casa, mis Cartas.
También ha caído una entrada explicando mi estado "de transición" de estos días, que ha afectado a mi escritura, aunque por suerte parece que voy saliendo de ese trance y, como digo más arriba, tampoco he parado de crear.
En cuanto a libros, Moby Dick ha sido la gran lectura del mes. Lo dejé de lado en su momento para "beberme" Las dos Torres (y matar así el nerviosismo por el examen) y lo acabé encadenando con El retorno del Rey. A partir de ahí volví a la caza de la gran ballena otra vez.
No me planteo muchos objetivos para este abril más allá de lo típico: seguir con mi reto 250 y aprovecharlo para no parar con estos dos proyectos. Ah, y bajar la cola de libros pendientes, por supuesto.