Revista Literatura

Un agradecimiento

Publicado el 29 abril 2010 por Rodrigoyanez
Un  agradecimiento
Quisiera agradecer a los organizadores del concurso del segundo torneo de Los caballeros de la Dama de Cristal por haberme nombrado ganador, bajo el título de "Mejor desafío". Un bonito presente. Poco lo esperaba.Para el que aún no conozca el concurso, le informo que aún está a tiempo de leer versos, porque justamente se está en instancias finales.El link Los caballeros de la Dama de Cristal
Con respecto a mi escrito, ésto fue lo que escribí.
"Fherw...¿Alguien la recuerda? Danzando. Danzando. Danzando al compás de aquellas lentas, pero seguras libélulas de mil y un colores. Los movimientos de la doncella eran lentos, pues comprendía el futuro gris. . Pero aún así sonreía, porque sabía que estaba siendo vigilada. Entonces los ojos del observador se dibujaron grandes y sorprendidos. La luz de las libélulas se tornaron cegadoras y más ya no pudo ver.Sentimiento...Sólo sentía o quizás imaginaba el hombre.- ¿Dónde estuviste? - Preguntaron muchas personas del pueblo.- Creo que estuve en un bosque lleno de esperanza...en un pozo de ya poca agua. Sí, agua con musas de pétalos. Está lejano. Es el destino que indicará nuestra suerte. Pero está tan lejano...Más allá del infinito. Recuerdo que estuve en el pasado con una doncella hermosa. De cabello tan largo que me perdía entre el, y de rasgos tan finos; poros transparentes. Miré al pozo, y éste reflejaba al gris cielo del pasado. Entonces me volví a la doncella y descubrí que tenía una triste sonrisa...Las lágrimas se despedían de sus ojos, lágrimas afiladas. Lágrimas que rasgaban el bello rostro, lo rasgaban como la eterna nieve. Lágrimas caían y descubrían sus pechos rendidos. Pero no paraba de danzar aún.Se cuenta que fue entonces cuando el caballero tomó con sus manos el rostro de la doncella, y le rozó con un cariño, casi como un consuelo que ella hubiese estado esperando desde siempre. Y entonces sus lágrimas cortaron el murmullo.Entonces el hombre despertó de un sueño irreal. Pues jamás un caballero tocó con sus propias manos un ser de la vida eterna."

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