Un cuento de malas noches.

Escucho este cuento de Jorge Bucay llamado “La princesa busca marido”, y pienso en cuánta razón tiene el autor cada vez que habla sobre el amor. La tenía cuando afirmaba, de forma rotunda, que “quien te quiere es quien se interesa por ti, así sea tu amigo, tu vecino, tu novio, tu hermano, o tu padre… Solo el que se interesa por ti, por lo que sientes, haces o piensas (no el que te dedica palabras bonitas, o te lo dice a menudo), es quien de verdad te quiere”. Él se expresaba en masculino, pero se puede aplicar -sin problema- a ambos sexos. La tiene, también, cuando concluye que quien te ama no puede verte sufrir, porque ese dolor es peor que suyo… y reflexiono sobre todo eso para darme cuenta de que algunas personas somos afortunadas, y que a pesar del desengaño de otras tantas, el amor auténtico, el que desea cada ser humano, existe. Pero, como en la historia, hay que hacer por merecerlo.

Y tiro de memoria para recordar malas noches, como las que relata Bucay de su protagonista, y no tengo que ir muy lejos, aunque podría. Alguna le he ahorrado. Alguna me ha evitado. Alguna hemos compartido por turnos. Alguna viviremos juntos. Porque el amor de verdad no sabe de egoísmo, de narcisismo, de orgullo, rencor, o puerilidad. De prioridades sí sabe, pero de las del otro (que ya son tuyas). De discusiones también, pero por que el compañero o compañera esté mejor que tú. De peleas, igualmente: para que a tu pareja se le reconozca y respete. De separaciones, cómo no… mas para evitar al cónyuge un poco de sufrimiento…

No siempre, en mi caso, fue así, pero confío en que ya, para siempre, así sea. ¿Y tú? ¿Qué opinas sobre el cuento de la princesa? ¿Qué te parece la afirmación de Bucay? 

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