Un mundo nuevo

Qué puedo hacer para aplacar esta hambre que se me pega en las tripas, qué puedo hacer con tanta impotencia cuando mis palabras no tienen el eco que arrastran las guerras, el odio… Sería tan fácil, si cada uno moviera una piedra y destapara la inercia que duerme en nuestra cama, si sonriéramos con los ojos a los que no tienen nada, si guardamos en una bolsa la comida que desechamos, y así…, un animal hambriento tendría un festín. Sería tan fácil.

Cómo sería el mañana si en lugar de llorar por lo que no tengo, comparto lo que sí tengo, si convierto mi palabra en un trampolín de ideas, si vuelvo mis caricias el abrigo del mundo. Sería tan fácil si me detengo un solo momento, para mirar lo que ocurre en el mundo. Y ver qué puedo hacer.