Revista Talentos
La mosca se sintió afortunada cuando contempló al escarabajo pelotero empujando su carga. Ella, habitualmente instalada detrás de la oreja del inspector, ejercía ocasionalmente de mosca cojonera. Antes escapó de los violentos coletazos del diablo y de la atracción fatal de un panal de miel, donde perecieron dos mil congéneres.